Nuestro primer paso en este post será aclarar que es un ready made o qué entendemos por este concepto tan ambiguo aplicado al arte. El ready-made alude a un objeto, puede ser cualquier cosa que es susceptible de convertirse en un objeto artístico por el simple hecho de que el artista decide que lo sea. Son objetos de uso cotidiano que por el simple hecho de ser trasladados a un museo, descontextualizados o bien firmados por un artista, se convierten en obras de arte.
El gran maestro e inventor del ready-made es Marcel Duchamp, un artista que vivió en primera persona los fervientes años de la revolución que suponen los distintos estilos que surgen a principios del siglo XX y que buscan nuevos caminos para el arte. Duchamp pasó por diferentes movimientos artísticos y estuvo en contacto con los más importantes artistas del momento. Cezanne, Picasso y el cubismo, el fauvismo, su impresión por la plasmación de la velocidad en los cuadros, una de las máximas del futurismo, son algunos de los estilos por lo que pasó este artista en la ciudad de París, hervidero de todos estos movimientos de vanguardia durante la primera mitad del siglo XX.
Portabotellas (original perdido) de Duchamp 1914 |
Los primeros intentos de ready-made los realizó todavía en París, aunque no conservamos ninguno de ellos sino simplemente reproducciones realizadas años más tarde. El primer ready-made habría que datarlo en el año 1913 y llevaba por título Rueda de bicicleta sobre taburete, aquí Duchamp montó una rueda invertida sobre una escalera de madera. La obra que conservamos es una recreación realizada en el año 1951.
Algo parecido sucedería con su obra Portabotellas, cuya versión original también esta perdida. Con estos ejemplos el artista comienza a observar objetos cotidianos como obras de arte, pasa a considerarlas objetos artísticos.
Marcel Duchamp. In advance of the broken arm. 1915 |
Como decimos el primer ready-made que conservamos se trata de una pala quitanieves que Duchamp colgó del techo con un hilo y que fue realizada en el año 1915 durante su estancia en Nueva York. La obra se titulaba In Advance of the Broken Arm. Algo parecido sucedió con un ventilador que el artista compró poco tiempo más tarde y que comenzó a observar como obra de arte poniéndole un título totalmente extravagante.
Quizás su obra más conocida en este estilo sea La Fuente, un urinario que firmó en el año 1917 y que presentó con un sobrenombre a un concurso del que era jurado y donde una de las bases era que ninguna obra presentada sería rechazada (es curioso pero esta finalmente lo fue). R. Mutt era el sobrenombre escogido para esta obra
Aunque pensemos que todo esto es una tontería, estas acciones de Marcel Duchamp han influido mucho en el arte contemporáneo y justificado muchas de las obras que podemos observar en algunos museos, bien como objetos artísticos o como base para un discurso conceptual mas complejo.