miércoles, 2 de marzo de 2016

Cinco esculturas famosas de la escuela griega

Se ha conservado muy pocas obras originales de la estatuaria griega, muchas de las que han llegado hasta nosotros se tratan de copias romanas, pero son modelos que se van a repetir no solo por la admiración romana sino por los avances anatómicos que suponen la búsqueda de la perfección a la hora de representar el cuerpo del hombre y de la mujer.


Nosotros hemos dedicado distintos post a algunas de estas esculturas, por tanto nos vamos a remitir a ellos para dos de estas esculturas que deberían aparecer en esta lista por su calidad pero que no lo hacen , se trata de la Venus de Milo y del Discóbolo de Mirón a los que hemos dedicado una explicación más amplia.
Por tanto vamos con las que son (exceptuando las dos anteriores) las cinco mejores esculturas de la Grecia clásica:


  • Victoria de Samotracia. Se trata de una obra del periodo helenístico, es decir hablamos desde finales del siglo IV a.c. a la dominación romana. Eso se puede apreciar en el movimiento que tiene la figura, quizás en un principio pensada para decorar la proa de un barco, es por ello que tenemos la sensación que de está siendo movida por el viento. No se ha conservado completa ya que le falta la cabeza, pero se trata de una obra imponente.



  • Kouros de Anavissos, nos encontramos en el periodo arcaico, en un fecha anterior al siglo V a.c y con influencia de la estatuaria egipcia en la rigidez de la figura que solamente adelanta una pierna como signo de movimiento y esboza una ligera sonrisa en su cara. Trata, por otra parte, de mostrar el cuerpo humano perfecto.
  • El Doríforo: aquí conocemos el autor que es Policleto que la realizó en el año 450 a.c y donde trata de plasmar la proporción perfecta del ser humano, el canon de Policleto que consiste en el cuerpo tiene que medir exactamente siete cabezas. El desarrollo muscular de la figura es muy importante y a ello debemos sumar el contraposto, es decir todo el peso apoyado en la pierna derecha mientras la izquierda se encuentra relajada.



  • El auriga de Delfos, se trata de una escultura anónima realizada para conmemorar una victoria en una carrera de cuadrigas, como podemos observar no se conserva ni el carro ni los caballos, que formarían parte de la escultura original que está realizada en bronce. Se trata de una obra de transición entre la escultura arcaica y la clásica y so podemos observarlo en que algunas partes están muy bien talladas, como cara y brazos mientras que los pliegues de la capa son algo rudimentarios.



  • El Apoxiomeno. Aquí también conocemos el autor que es Lisipo. El original estaba hecho en bronce, aunque no se conserva. Se trata de un atleta que se está limpiando después de realizar algún ejercicio, con ello transmite una gran sensación de movimiento. Es una obra realizada al final de la época clásica. El nombre de la figura hace alusión al verbo raspar que es lo que se encuentra haciendo.

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