Este curioso cuadro titulado la Sagrada Familia con San Juanito pero conocido como La Perla, fue pintado por el italiano Rafael Sanzio entre 1518 y 1520 y actualmente se encuentra en las salas del Museo del Prado donde puede visitarse habitualmente.
Nos llaman la atención una serie de cosas en el mismo que nos gustaría destacar, en primer lugar que cuando se representa una Sagrada Familia tradicional, solamente aparecen tres personajes la Virgen Maria, San José y el Niño Jesús, pero en este caso vemos que se suman dos más, Isabel la prima de María y su hijo, el futuro Juan Bautista, al cual podemos distinguir por una pequeña piel que le cubre el cuerpo, al igual que la que llevará años más tarde en el desierto mientras se dedica a bautizar a la gente.
Una segunda cosa curiosa es que esta escena nunca se dio sino que puede ser fruto de la imaginación del artista, para ello debemos acudir al evangelio. Ya habíamos visto en el blog como la Biblia nos habla de la escena de La Visitación, es decir el momento en que María, sabiendo que su prima muy mayor se encuentra embarazada, se acerca para verla y echarle una mano en lo que pueda. Ese es el único momento en el que se alude a la madre de Juan Bautista en el Evangelio, por lo que esta escena que podemos contemplar nunca se narró en él. Sin duda es posible que los niños se conocieran y jugaran juntos en algún momento, pero como sabemos las historias sobre la infancia de Cristo son más bien escasas en el evangelio.
En tercer lugar hay una absurda teoría que pudimos leer en el último libro de Javier Sierrra titulado El maestro del Prado, que cuenta como habría algunos seguidores de una incoherente creencia. La existencia de dos niños llamados Jesús que nacen al mismo tiempo, uno en Belen y otro en Nazaret, que tienen personalidades diferentes, pero que llegado un momento uno influye de tal manera al otro que sus personalidades se funden en una sola para concluir en el personaje que nosotros conocemos. Estos secretos que se transmitirían de la mano del artista deben ser tomados con mucha precaución, careciendo de cualquier base aquello que nos platean desde ese libro. Según el narrador esos dos niños son los que aparecen en el cuadro.
Por último si nos llama la atención la cara de Santa Isabel, según la tradición era muy mayor cuando se quedó embarazada y así lo contemplamos en el cuadro, frente a una Virgen María muy joven , casi una niña. Pero es curiosa esa sensación de cansancio y angustia que tiene, quizás agobiada por tener que a su edad cuidar de un niño que está todo el día jugando y le cansa demasiado, de hecho vemos como María le pone la mano encima de su hombro intentando animarla. Tal vez se encuentra pensativa o atormentada porque conoce el futuro de los dos niños, ahora felices, pero que como sabemos sufrirán mucho y les arrebatarán la vida por sus ideas.
Como observamos al fondo se encuentra a nuestra izquierda la imagen de San José, un tanto alejado, trabajando en la carpintería. A la derecha un bello paisaje con elementos arquitectónicos que nos muestran el dominio del maestro, tanto en los personajes que representa como en la profundidad de sus obras.
Aquí tenemos un vídeo con un completo análisis de la obra y muchas más fotografías para poder
comparar
No entiendo por qué la teoría de Javier ha de ser incoherente. Es una más pero quizás no la más políticamente correcta. Sin embargo eso no hace que la gente no pueda cuestionarse esa opción. Como ya se sabe, este pintor utilizaba temas ciertamente ocultistas y no por eso tiene más razón o menos que los demás.
ResponderEliminarTienes razón es solo una teoría mas, complicada de demostrar y que no es la primera vez que la he escuchado, hay personas que piensan que habría un Jesus de Nazaret y un Jesús de Belen. Hay que tomar estas cosas con mucha precaución
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