domingo, 30 de agosto de 2015

¿Que es un mosaico y para que se utiliza?

El mosaico es una de las representaciones artísticas más antiguas que se conocen y para nosotros una gran fuente de conocimiento del mundo antiguo, su arte y sus tradiciones, ya que conservamos algunos de estos ejemplos anteriores a la época clásica, ya que se han encontrado ejemplos de mosaico un milenio antes del momento de esplendor griego.

El dios sol representado en un mosaico de la ciudad romana de Itálica en Sevilla

La propia palabra mosaico está unida al arte ya que tiene que ver con las Musas, aquellas inspiradoras que invitan o incitan al artista a crear, por tanto se consideraba desde sus inicios como una actividad artística.
El mosaico está formado por diferentes piezas de piedra de distintos colores que conocemos como teselas. Con ellas, habitualmente de forma cúbica,  el artista iba componiendo la obra como si fuera un puzzle donde cada una de las piezas van encajando. También es posible la utilización de otros materiales más estéticos, como por ejemplo la cerámica o el vidrio. Estas pequeñas piedras se unen con cualquier tipo de aglomerante, los más habituales eran el cemento o el yeso aunque pueden utilizarse otros. Nos ofrecen todo tipo de composiciones que pueden ser figurativas o bien simplemente decorativas como las que usó Gaudí en el mirador del Parque Güell de Barcelona.
Adquirió un gran interés en época romana, allí muchas paredes de palacios o viviendas nobles, así como los suelos se decoraban con esta técnica. Fue una técnica muy extendida, no había villa que no tuviera sus correspondientes mosaicos. Un buen ejemplo puede ser la gran cantidad de mosaicos conservados al aire libre en la antigua ciudad de Itálica que hacen referencia a todo tipo de escenas, desde historias mitológicas como el laberinto de Creta donde Teseo luchó contra el minotauro, pasando por la representación del dios Neptuno a diferentes tipos de aves o las representaciones de los días de la semana.
Además no conservamos pinturas de la época romana, siempre se ha dicho que habría pinturas en la ciudad de Pompeya, pero con las destrucción de la ciudad debido a la erupción del Vesubio, estas pinturas se perdieron, por lo que los mosaicos son el único ejemplo que tenemos de la forma de pintar de los romanos y su representación de las dimensiones en esta técnica.

Mosaicos Parque Güell Barcelona

miércoles, 26 de agosto de 2015

Arte para Niños ya tiene página en Instagram

Dentro de nuestro afán de difusión de la Historia del Arte tanto para los más pequeños como para los mayores, hemos decidido abrir un perfil en Instagram, una red social donde encontramos gran número de jóvenes a los cuales nos interesa llegar con las novedades que aparezcan cada semana en el blog.
Vivimos en la era de la circulación promiscua de la imagen, cada día procesamos más de 2000 imágenes que vemos en diferentes lugares y a través de distintos dispositivos. Instagram solo es un instrumento más de comunicación que nos ayuda a ello.
Tras la positiva experiencia con la página de Facebook de Arte para Niños que ya supera los 3000 seguidores, el perfil de Instagram supone un nuevo paso en la consolidación de Arte para Niños como una página de referencia en la educación y la cultura, llevando información a diario de todo el material relacionado con la Historia del Arte.
Si disponéis de una cuenta en Instagram y queréis seguir el perfil de Arte para Niños solo tenéis que buscar @arteparaninnos y allí nos encontrareis con las imágenes que os interesan.
Esperemos que no sea la última iniciativa, mientras tanto podeís seguir la información semanal en el blog y también en nuestra página de Facebook o canal de youtube.


domingo, 23 de agosto de 2015

Las tres gracias de Peter Paul Rubens

Las tres gracias es una pintura de Rubens que se conserva actualmente en el Museo del Prado. Estaría pintada en torno al año 1636 y fue comprada por el rey Felipe IV tras el fallecimiento del artista en el año 1640 ya que pertenecía a su colección particular.


En esta obra siempre puede hablarse de los cánones de belleza femeninos y como estos van cambiando a lo largo de los siglos y tanto en el siglo XX o XXI dependiendo de la década de la que hablemos, nos encontramos ante un modelo diferente, ya que no son para nada lo mismo la visión atlética de los años 20 con la voluptuosidad de los años 50.
El barroco es la época del teatro y del truco, muchas veces con la finalidad de engañar al espectador, pero en muchos casos nos encontramos ante un movimiento mucho más realista que sus predecesores. Encontramos otra obra de las tres gracias pintada por Rafael Sanzio donde el cuerpo desnudo de las mujeres está por completo idealizado, ya que muestra la perfección de sus curvas y sus carnes. La forma que tienen las mujeres de mirar también es diferente en los dos cuadros, mucho más perdida en la obra de Rafael que en la de Rubens. Frente a esta idea Rubens nos acerca mucho mejor a lo que sería la realidad de la mujer en esa época y también a un canon estético que podría estar de moda a tenor de las muchas veces que repite estos modelos en sus cuadros. Se trata de una belleza mucho más sensual que física.
Las tres gracias representa a las tres hijas del dios Zeus, reunidas creando un círculo acompañadas por un amorcillo en la parte derecha del cuadro, completamente desnudas, la figura de espaldas se apoya en las otras dos y llevan unos velos transparentes que permiten ver cada una de las partes de su cuerpo, como hemos comentado mucho mas cercanas al realismo imperante en la época barroca que a la idealización medieval. Hay quien afirma que una de las mujeres representadas sería la segunda esposa de Rubens, algo muy habitual que familiares o personas cercanas al artista pudieran servir como modelo a la hora de pintar sus obras, ya que muchos pintores barrocos lo harán de esta manera.

Las tres Gracias. Rafael Sanzio

domingo, 16 de agosto de 2015

El pintor Mark Rothko para niños


Consideramos a Rothko como uno de los grandes pintores abstractos del siglo pasado, aunque él no estaría deacuerdo con esta afirmación ya que sus obras tienen un profundo significado que roza lo metafísico y siempre busca la relación entre el cuadro y el espectador.

Si tratamos de contar una pequeña biografía de Mark Rothko debemos decir que nació en Lituania en el año 1903, aunque la mayoría de su vida y sus desarrollo artístico tendrán lugar en Estados Unidos, país al que se traslada su familia cuando el artista contaba siete años, huyendo quizás de una zona donde las condiciones de vida de una familia judía, como la suya, comenzaban a complicarse.

El interés de Rothko por el arte llega de forma tardía, su familia tuvo dificultades económicas (su padre falleció muy pronto) y todos tuvieron que trabajar para poder sacar a la familia adelante. No será hasta los veinte años cuando comience su vocación artística. De hecho acudió becado a la Universidad de Yale, aunque perdió la beca, pero sus estudios no tenían nada que ver con el campo artístico.

La ciudad de Nueva York será decisiva en su obra y el gran ambiente artístico que se vivía en la ciudad durante esos años, prolongados por el éxito del expresionismo abstracto después de la segunda guerra mundial, representado por las obras de Jackson Pollock.

Una aproximación a las obras más conocidas de Rothko nos lleva a la finalidad con la que el artista los compone, por ejemplo que sus obras son trabajos para reflexionar, tratando de establecer una relación entre las obras y el espectador. Son trabajos que aluden a la inmensidad del universo y la pequeñez del ser humano, se trata de un espacio de dimensiones inabarcables, donde lo religioso se hace presente. Rothko pertenece a una generación de artistas que tratan de introducir a través de sus obras la filosofía oriental, concretamente el budismo, ellos daban mucha importancia al vacío, algo que estaba en el ambiente en el cual se desarrollan las obras de Rothko.

Para tener una mejor relación con la obra Rothko pensaba en la mejor manera de colocar sus cuadros, le gustaba personalmente que el punto de vista de la obra fuera bajo. Las obras no tenían marco y prefería una iluminación natural a artificial, ya que esta última hacía perder algunos de los matices de la multitud de colores en gradación utilizados en sus obras.

Rothko no se consideraba un artista abstracto, ya que eso no era lo importante para él sino aquellas emociones que pudieran extraerse de la contemplación de sus obras, emociones humanas como el miedo, la inmensidad, el extasis, el destino, la tragedia. Rothko decía que “la gente que llora delante de mis cuadros vive la misma experiencia religiosa que yo sentí al pintarlos. Si usted solo se fija en el color y sus relaciones, se le escapa lo decisivo”.

Los colores utilizados por Rothko en sus obras van cambiando según va avanzando su vida, al final se volverán bastante grises y oscuros fruto de una profunda depresión que le llevara al suicidio, cosa que sucedió el 25 de febrero de 1970, con él se pierde uno de los grandes artistas del siglo XX.

domingo, 9 de agosto de 2015

El rapto de Europa de Pedro Pablo Rubens

De acuerdo con la mitología griega Europa era una bella mujer que vivía en la ciudad de Tiro. Un nombre interesante para una mujer porque finalmente ha terminado dando nombre a nuestro continente.


El dios Zeus se enamoró de esta mujer y para conseguir su amor se convirtió en un toro de color azul que se mezcló con otros animales que tenía el padre de la chica.
En un momento que Europa se encontraba recogiendo flores se acercó al toro y comenzó a acariciarle el lomo. Cuando se dió cuenta que que toro no era bravo se montó encima de él. Ese fue el momento que Zeus aprovechó para entrar en el mar y nadar con Europa sobre sus lomos hasta la isla de Creta.
En Creta Zeus reveló su identidad y Europa se convirtió en la primera reina de la isla. Tuvo tres hijos con Zeus, alguno de ellos con un papel importante en las historias de  la mitología griega, como el primero de ellos de nombre Minos. Los otros dos se llamaban Ramadanis y Sarpedón.
En el cuadro de Rubens podemos  observar como el toro arranca tras notar la presencia de Europa sobre sus lomos, mientras las mujeres que acompañaban a Europa permanecen sorprendidas en la orilla. En el mar vemos la figura de cupido sobre un delfín en una representación de la impaciencia del amor o el amor que no puede esperar, mientras en la parte superior dos ángeles o amorcillos que sostienen arcos y flechas en sus manos anuncian el éxito del dios Zeus en sus propósitos.

Imagen que representa el rapto de Europa realizada en el siglo IV a.c.

domingo, 2 de agosto de 2015

El Cristo de cuatro clavos en la iconografía hispana

La extraña representación de la figura de Cristo crucificado con cuatro clavos comienza a verse en España a principios del siglo XVII y asociada a la ciudad de Sevilla, concretamente a Francisco Pacheco, que en su libro El Arte de la Pintura recomendaba realizar la figura de Cristo de esta guisa cuando hubiera que representar este tipo de escena.

Alberto Durero. Calvario

Según la tradición sevillana en el año 1597 Juan Bautista Franconio trajo de Roma un Cristo de bronce atribuido a Miguel Angel que estaba representado con cuatro clavos, este sería el modelo utilizado por Juan Martínez Montañes para realizar el Cristo de los Cálices en el año 1604, una escultura conservada en una de las capillas de la Catedral de Sevilla, donde puede contemplarse ahora mismo. Ahora, debemos tener en cuenta que las dos figuras de las que hablamos tenían un clavo para cada uno de sus pies, pero los pies estaban cruzados siguiendo las revelaciones de Santa Brígida.
El Cristo que presenta Francisco Pacheco por el contrario en vez de tener las piernas cruzadas tiene las piernas paralelas, así que debemos buscar el modelo de inspiración en otra parte. Y es que Francisco Pacheco se fija en un grabado de Alberto Durero realizado en el año 1523 y que se conserva actualmente en el British Museum de Londres, allí podemos apreciar la figura de Cristo con cuatro clavos, las piernas paralelas y los pies apoyado sobre una pequeña tabla que le ayuda a sostener el peso de su cuerpo y hace la figura mucho más liviana y descansada que si no tuviera nada con lo que sostener el peso de su cuerpo. El Cristo aparece acompañado por las Tres Marías y San Juan, tal como está descrito en el Nuevo Testamento.
Este grabado será interesante no solo para el modelo de Cristo crucificado, ya que Pacheco realizará uno igual que conservamos a día de hoy en la Galería de los Uficci.
Este modelo de Cristo crucificado tendrá gran influencia sobre todo en la escuela sevillana del momento, que vive un momento de esplendor con grandes artistas en sus filas. 
Diego Velázquez pintará dos figuras de Cristo de esta guisa que se conservan en el Museo del Prado, una de ellas representando a Cristo muerto y otra en la que el Cristo se encuentra vivo y con cara de amargura, levanta la mirada al cielo parece que pidiendo algo.
Alonso Cano tambien pintó una obra similar que se conserva actualmente en el Museo de Bellas Artes de San Fernando.
Zurbarán también tiene un Cristo muy similar, con cuatro clavos y con apoyo, uno de ellos se conserva en el Art Museum de Chicago y otro en el Museo de Bellas Artes de la ciudad de Sevilla.
Otros artistas se sentirán atraidos por este modelo, por ejemplo Francisco de Goya, que, años mas tarde, e inspirándose en Velázquez, también realizará un Cristo vivo que tiene muchas semejanzas con su modelo de inspiración.
Así que, como podemos comprobar, aunque no es un modelo que llegara a la mayoría de autores españoles del barroco o posteriores, si tuvo su influencia e importancia, entre los artistas que estudiaron en Sevilla en esa época o bien entre otros que se sintieron influenciados por estos artistas a la hora de realizar obras con una iconografía similar.
La obra de Francisco Pacheco que podemos ver a la derecha se puede fechar en el año 1614, como vemos unos años mas tarde que la realizada por Juan Martínez Montañés y mucho antes de su gran libro dedicado al Arte de la Pintura, que vería la luz en 1641.

Cristo en la Cruz. Diego Velázquez