El arco fajón es uno de los elementos estructurales mas usados sobre todo en el periodo románico para la arquitectura de sus edificios, aunque no es original de esta época, ya que se usó en etapas anteriores, pero si es cierto que lo encontramos con frecuencia en este tipo de manifestaciones arquitectónicas.
El arco fajón forma parte de la bóveda de cañón y es que el románico tienen mucho miedo de que ese cubrimiento de piedra se venga abajo y lo que hacen es reforzarlo con este tipo de arcos, que ayuda a lo muros a liberar el gran peso de la bóveda de cañón y a evitar grietas en la bóveda que pudieran hacer que finalmente se viniera abajo.
Lo que hace este tipo de arco es fortalecer la bóveda, cuando lo observamos desde el suelo da la impresión de que la bóveda de cañon, que se construía gracias a una gran estructura de madera de forma semicircular, esta divida en diferentes tramos, aunque no es cierto porque como decimos es un todo único.
El peso de los arcos fajones es recogido por pilastras o columnas, estas pilastras o columnas a veces llegan hasta el suelo, como sucede en la Catedral de Santiago de Compostela, en otras ocasiones suelen descargar en pilares que en el exterior se encuentran reforzados por contrafuertes, elemento muy común en el exterior de os muros de la arquitectura románica.
También encontramos arcos fajones en los tramos que dividen la bóveda de arista, que suele cubrir las naves laterales de las iglesias románicas, la nave central suele estar cubierta con bóveda de cañón. Una bóveda de arista se forma al cruzar dos bóvedas de cañón, una que va en dirección norte y otra que va en dirección oeste.
En la arquitectura gótica, este tipo de arco se conoce con el nombre de perpiaño y sirve para reforzar bien la bóveda de arista o bien la bóveda más típica del arte gótico que es la bóveda de crucería.
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