domingo, 23 de junio de 2019

El Museo del Prado no permite tomar fotografías

Uno de estos días podía leer una noticia que decía que el Museo del Prado es uno de los pocos museos del mundo donde actualmente no está permitido tomar fotografías. 


Lo cierto es que esta decisión combina mal con nuestro modo de vida actual donde estamos acostumbrados a indicar a todo el mundo el lugar donde nos encontramos en cada momento. Además gracias a las redes sociales es posible provocar la envidia de las personas que nos siguen si el lugar en el que estamos es famoso o el objeto representado también lo es.
No tenemos más que pensar en la lucha que supone llegar hasta La Gioconda en el Museo del Louvre que se encuentra completamente masificado. Allí hay una lucha entre postureo y palos de selfie que tratan de tomar una imagen junto a este icono del arte. Es decir muchas personas en vez de disfrutar el cuadro y tratar de descubrir las innovaciones que Leonardo da Vinci introduce en él, tratan solo de tomar una foto para subirla cuanto antes a las redes sociales.
Así que tal vez la decisión de no dejar tomar fotografías en el Museo del Prado puede que no sea tan descabellada como estamos pensando. De esa manera es posible evitar que un gran número de personas que no tienen interés por el arte se acerquen al mismo. Esos que solo buscan tener una imagen para poder compartirla, aquellos a los que les da igual si Las Meninas es el original o una copia en papel de plástico de la tienda. Los que solo buscan agrandar su vanidad grancias a los likes y comentarios recibidos.
Lo cierto es que suena raro que un museo del siglo XXI no permita tomar fotografías. Antes tenian la excusa de que el flash podía dañar las obras, pero con los teléfonos actuales se puede tomar una instantánea en cualquier lugar sin dañar para nada las obras exhibidas. Algunos museos son grandes beneficiados por ello y así otra gente se anima a visitarlos gracias a las fotos de sus amigos. Ahora quizás el Museo del Prado no necesita nada de esto y por eso no permite que se tomen fotografías en este lugar.
Si tienes una opinión me gustaría conocerla. ¿Que te parece? ¿Debería el Prado permitir que se tomen fotografías dentro del Museo? 

domingo, 16 de junio de 2019

El concepto de envidia para Zizek

Me ha parecido interesante el concepto que en una entrevista hecha por periodistas daba el pensador y filósofo Slavoj Zizek acerca de la envidia. Esta entrevista se puede seguir en el libro publicado recientemente por Fernando Castro Flórez, con el título ...and so on and so on, se trata de una publicación de Cedeac de Murcia. Un librito de pequeño formato que cuenta con apenas 125 páginas y puede leerse de un tirón durante un buen rato libre.


Dice Zizek que la envidia es uno de los grandes males de nuestro tiempo. Pero no se trata de una envidia de pobres contra ricos. No es la envidia de la posesión de riqueza la que amenaza nuestra sociedad. No se trata de que los pobres deban hacer la revolución porque ansían aquello que no poseen.
La mayoría de la gente que vive en las sociedades occidentales tiene sus necesidades básicas satisfechas. Por supuesto siempre pueden ser mejor o aspirar a más, algo que puede llegar o no hacerse realidad, pero eso en sí no importa.
Dice Zizek que la envidia actualmente se encuentra en el reconocimiento social. Es decir, teniendo las necesidades básicas satisfechas lo que aspira el ser humano es a ser reconocido por su valía en la sociedad. Ahí es donde principalmente se genera la envidia, entre los que llegan a ello y los que quieren llegar. Es ahí donde se dan las situaciones mas problemáticas y dramáticas, donde se ponen más zancadillas. A veces incluso no es una cuestión de que me vaya bien a mi sino que que le vaya mal al de al lado.
El propio Zizek lo ilustra con un chiste esloveno que dice: a un agricultor se le aparece un mago y le dice que le concederá lo que quiera. Puede pedir aquello que desee. Pero solo le pone una condición, de aquello que pida y reciba su vecino recibirá el doble. El campesino piensa durante un segundo y le dice al mago: sácame un ojo. 
Es muy macabro pero muy ilustrativo de lo que estamos hablando.