Es habitual representar a los apóstoles y mártires con los símbolos alusivos a su manera de fallecer de forma violenta, así muchos de ellos son reconocidos por los símbolos que portan que son alusivos en la mayoría de los casos a su martirio.
Esto nos ocurre con el apóstol Pablo, que aunque no convivió con Jesús durante su vida pública se convirtió cuando perseguía a los cristianos y cayéndose del caballo donde viajaba tuvo una visión de Cristo que le preguntaba la razón por la cual le perseguía, momento del inicio de su conversión.
Es común representar a Pablo con una espada en las manos, porque es el símbolo de su muerte, ya que al apóstol le cortaron la cabeza con una espada. Puede haber ocasiones en que también le encontremos con un libro, recordemos que muchos de los escritos que tenemos en el nuevo testamento, muchas de las cartas que refuerzan la fe católica fueron escritas por Pablo, de ahí que su labor de escritor también se vea reflejada en algunos casos portando un libro.
Los últimos años de la vida de Pablo son algo inciertos desde el punto de vista histórico, no sabemos exactamente el año de su muerte, solo que ocurrió bajo el reinado del Emperador Nerón en Roma. Pablo habría sido detenido en Jerusalem acusado de haber introducido en el templo a unos gentiles griegos que no tenían derecho a estar allí. Parece que tuvo que declarar ante el sanedrín por esta afrenta y fue conducido ante el procurador de la provincia ya que los judíos se habían puesto deacuerdo en que debía morir.
Pero Pablo era ciudadano romano y eso le concedía una serie de privilegios que otros no tenían, por ejemplo la posibilidad de apelar al emperador para que ratificara su juicio. Así fue como se produjo el traslado de Pablo a Roma, donde parece ser que permanece bajo arresto domiciliario durante un par de años en el cual sus movimientos estaban restringidos, aunque también es cierto que no estaba en la cárcel y eso ayuda bastante.
Hay incluso quien afirma sin pruebas que durante ese tiempo pudo viajar a España, concretamente a Tarragona.
La muerte de Pablo se produjo en Roma de forma violenta, quizás en torno al año 60. Hay quien afirma que su condición de ciudadano le sirvió para tener una muerte rápida, por esa razón le cortarían la cabeza frente a otro tipo de muertes que sufrieron los católicos, como por ejemplo la crucifixión de San Pedro, mucho más lenta y dolorosa.
Será el momento mismo de la decapitación uno de los representados por la historia del arte o bien la propia cabeza, que se prodigó en ejemplos escultóricos encabezados por el tallista castellano Gregorio Fernández.
Esta obra de Simonet se encuentra en la Catedral de Málaga |
Nikolai Bodarevski Juicio al apóstol Pablo. 1875 |