miércoles, 17 de diciembre de 2014

La bóveda sexpartita y el inicio del gótico en España

Como todos los momentos de transición, el paso del románico al gótico va a tener España tiempos de indefinición estilística donde se experimentan diferentes soluciones arquitectónicas hasta se adopten definitivamente las principales características del estilo que llega desde Francia a comienzos del siglo XIII.

Santa María de Huerta en Soria

Existen un grupo de iglesias y catedrales que van a presentar todas ellas una característica común y será el uso de un tipo de bóveda con seis nervios, alejada de la bóveda de crucería que se utilizará en el gótico o de algunas soluciones como la bóveda de ojivas que se utilizó por ejemplo en la Catedral Vieja de Salamanca, originalmente planificada como bóvedas de arista pero que sufrieron una remodelación según iba avanzando la obra y al mismo tiempo cambiando el gusto estilístico.
Catedral de Cuenca
Este grupo de iglesias está influido por una escuela del norte de Francia que se encuentra cercana a lo que será el gótico clásico, donde los modelos normandos serán aquellos que se impongan en esas construcciones, pero no solo en algunas iglesias sino también en Monasterios cistercienses como Las Huelgas en Burgos o en Santa María de Huerta en Soria.
Todas coinciden en el uso de la bóveda sexpartita, un tipo de solución que permitía elevar algo más la cubierta ya que los nervios se encuentran en un punto central y de esta manera proporcionar mayor luminosidad a la iglesia y de esta manera estar más cercanos a la idea de llegar a Dios a través de la luz que se impone en la época gótica.
Solo un edificio conserva las cubiertas íntegras con este tipo de bóveda es la Catedral de Cuenca relacionada con un maestro de nombre Ricardo al cual también se cita trabajando en el Monasterio de la Huelgas en el año 1203 y que muy posiblemente se encuentra trabajando en la ciudad manchega a finales del siglo XII ya que se cita el año 1196 como fecha de dedicación del altar mayor de la Catedral. Ello viene a confirmar que estamos en ese momento de transición ya que las primeras catedrales del gótico clásico, concretamente la de Burgos, no comenzará sus obras hasta el año 1221. Allí las características del gótico clásico se imponen al igual que en ejemplos como la Catedral de Toledo o la Catedral de León.


Son construcciones que podemos denominar protogóticas donde ya sin bóveda sexpartita podemos incluir edificios como los Cimborrios de Duero (Catedral Vieja de Salamanca, Catedral de Zamora, Colegiata de Toro), la Catedral de Avila o la de Santo Domingo de la Calzada, aunque cada una, como decimos, buscando un camino diferente para introducirse en el gótico. Nos encontramos a finales del siglo XII y es allí , en esa segunda mitad del siglo donde se produce esta confluencia de estilos.

Monasterio de las Huelgas

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