domingo, 12 de agosto de 2018

El segador obra desaparecida de Joan Miró

El Guernica de Picasso es la obra estrella que pintó el artista malagueño ttras ser nombrado director del Museo del Prado en Septiembre de 1936. El destino del trabajo era la exposición universal que se celebraba en París en 1937 y que aparecería junto a otros trabajos de artistas españoles como Joan Miró, José Gutiérrez Solana, Julio González o Guillermo Ciruelos entre otros.
El pabellón mostraba al mundo los horrores de la guerra y la lucha del gobierno republicano contra el fascismo.


Picasso y Miró serían los artistas más representativos de la muestra, pero la obra de Miró llamada "El Segador" desapareció tras la celebración de la exposición. La obra, junto al Guernica, debía viajar por Europa, para recaudar fondos para la causa republicana.
Acabada la exposición el Guernica comenzó la gira mientras El Segador desapareció. Miró lo pinto directamente sobre la pared del edificio así que pudo ser destruido con el resto del pabellón. Algunas personas dicen que fue dividido en seis partes y trasladado a Valencia, sede en ese momento del Museo del Prado, aunque nunca llegó a su destino.
Los únicos testimonios conservados de la obra son en blanco y negro.


Durante la guerra civil algunas pinturas de Miró aumentan la presencia de color negro y la alegría de los colores de sus obras no aparece en este momento, sirvan como ejemplos obras como Hombre y Mujer frente a un montón de excrementos o bien Naturaleza Muerta con Zapato Viejo. Así que deberíamos estar ante una obra con un colorido similar a estas pero con un tamaño mucho mayor.
La obra representa un personaje hendido en la tierra y tocado con una barretina que intenta alcanzar con su mano una estrella como símbolo de libertad, mientras con la otra mano sujeta una hoz. 
Decía Miró hablando de la obra que "el campesino simboliza la fuerza, la independencia y la resistencia. La hoz no sería el símbolo comunista sino su herramienta de trabajo y su arma porque ve amenazada su libertad". 
La obra también se conoce como "El payés catalán en rebeldía". Su tamaño era de 5.50 metros de alto por 3.65 metros de largo.
La postura política de Miró tampoco parece muy clara pese a participar en este proyecto. Huiría de España en 1936 debida al asesinato de un familiar por unas milicias republicanas. También abría recibido amenazas de muerte de los anarquistas. Regresaría a España en 1940 sin ser cuestionado por el fascismo, quizás la fama del artista fue suficiente para que el régimen de Franco no preguntara por su pasado. Miró se integró en el ambiente cultural de la época tanto en Barcelona como en Mallorca. Colaboró con el régimen de Franco en diferentes exposiciones en el exterior o campañas de promoción como las realizadas tras la dictadura como una imagen para el mundial de futbol de 1982 o la que servía para promover el turismo en España. El propio Miró presumía que "para el rey y para el gobierno todo gratis".


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