martes, 30 de junio de 2015

Ignacio Pérez-Jofre y la futilidad del (des)hecho



El desarrollo de la modernidad nos ha traído una crisis en la utilización de soportes tradicionales que ha llevado a muchos artistas a buscar nuevas formas para expresar sus inquietudes a través de distintos tipos de material. Al mismo tiempo encontramos una hibridación de técnicas que nos conduce a intentar definir con palabras nuevas (tan extrañas a veces como pintar sin pintura o pintura expandida) algunos de estos estilos que, en ocasiones, resultan difíciles de calificar debido a que los límites entre las diferentes disciplinas se desdibujan con facilidad1.
 
Ignacio Pérez-Jofre. Escombro
Por otra parte la modernidad también ha dotado de un discurso conceptual con base teórica a una obra que comenzó con un alto contenido espiritual para ir evolucionando y abriendo camino a diferentes campos, sobre todo a lo largo del siglo XX.
Estas dos ideas aparecen en las obras que Ignacio Pérez-Jofre presenta en su exposición “Escombro”2 en La Gran, Valladolid. En ella el elemento reciclado va a ser el soporte que sirva al artista como medio para expresar sus ideas. Se trata de las posibilidades arqueológicas de una ciudad en (de)construcción, provocada por aquellos cascotes y otros residuos que cualquier obra apila como elementos de reciclaje en contenedores y que sirven al artista como argumento para comenzar a desarrollar su discurso.
Ignacio Pérez-Jofre. Escombro

En un momento como el que vivimos de estafa global3, donde el espectáculo4 ha sustituido a cualquier momento de reflexión y la capacidad de olvido es tan rápida como el salto que se produce (sin posibilidad de transición) entre unas noticias y otras, viene bien recordar cuales fueron aquellos elementos que causaron la crisis económica más grande que ha sufrido este país y que ha causado un terrible sufrimiento a miles de familias.
El combinar los cascotes de las obras con las pinturas de distintos edificios deja impresa la memoria de lo que un día fueron pero al mismo tiempo aporta información sobre un momento de locura general que se vivió en España con este tipo de mercado, donde de una u otra manera todos estuvimos implicados. La presencia de alguno de los más importantes bancos del lugar de residencia del artista, entre las pinturas representadas en los cascotes, le da un doble sentido al discurso de la obra, primero como promotores y después como tenedores de unas fincas que han pasado a ser simple recuerdo o memoria de un pasado que no debería volver a repetirse5.
Intervención urbana en el centro de Valladolid

Se trata de un discurso general en el que el soporte juega un papel tan importante como aquello que se encuentra representado. Un discurso de lo que en algún momento fue y que solo ha quedado convertido en un resto que para la mayoría sería completamente inservible. Es una constante a lo largo de la exposición, desde los cascotes de obra que en su día fueron edificios, hasta los restos de madera sobre los que se representa un árbol, origen que ha sido transformado por la industria, utilizado para un fin concreto y después abandonado.
Al mismo tiempo las propias paredes que forman parte de la habitación en la que el artista ha residido durante unos días, sirven para mostrar aquello que esconden en su interior, los propios cascotes de la obra si ese edificio (efímero) fuera uno de los destruidos o derruidos. Se trata de dar la vuelta al discurso ofreciendo al espectador la posibilidad de comprobar las dos realidades al mismo tiempo.
Todo ello acompañado de diferentes apuntes realizados sobre servilletas de bar y libros de notas que ayudan al artista a fijar aquellos conceptos que luego deben ser expresados y desarrollados en las obras.
Intervención en su habitación durante su estancia en Valladolid

Jugando con el soporte (no solo en la exposición sino también en varias intervenciones urbanas en distintos locales y muros del centro de la ciudad de Valladolid) se articula un discurso que gira en torno a los problemas de la sociedad y su capacidad para generar ilusión, para crear una realidad que a veces supera ese mismo concepto6.
Rafael López Borrego
Ignacio Pérez-Jofre. Apuntes sobre las servilletas de bar

1 “Hoy es imposible encontrar alguien que pinte, dibuje, haga fotografía e incluso cine, que no piense que esas en su día fueron artes completas en si mismas y hoy no son más que medios puestos a disposición de sus particulares estrategias artísticas” Carlos Jiménez Moreno La escena sin fin. El arte en la era del Big Bang. Microgemas. Murcia 2013
2 Para Walter Bemjamin la arquitectura era una imagen y expresión de las condiciones sociales, decía que era “el testimonio más importante de la mitología latente” donde “el pasado se convierte en espacio”, un espacio que se presenta como algo fascinante para el pensador. Winfried Nerdinger Abacar a Breton y Le Corbusier. Walter Benjamin y la Arquitectura en 13 Derivas sobre Walter Benjamin. Circulo de Bellas Artes 2013. Pag 63.71
3 Fernando Castro afirma que la sociedad actual se trata en realidad de una conspiración de ricos para conseguir sus intereses con el único pretexto de organizar la sociedad. Un poder que se adquiere solo a base de mentir, mentir a lo grande, hasta conseguir que todo el mundo esté de acuerdo contigo, ese será el momento en que se puede dar la vuelta a sus ideas para recibir solo aplausos. Fernando Castro Flórez. Arte y política en la era de la estafa global. Ed Sendema 2014
4 Se trata de la visión premonitoria de Guy Debord que lleva a afirmar que la vida cotidiana ha fracasado ya que todos los deseos han sido reprimidos por la sociedad capitalista. La vida cotidiana se reduce a la categoría de tiempo libre que se llena a través del espectáculo condicionando el comportamiento y reduciendo la novedad a la mínima expresión. Mario Perniola. Los Situacionistas. Historia crítica de la última vanguardia del siglo XX. Ed Acuarela y Machado 2010
5 Hablamos de un concepto en la cual cada pintura, como expresa David Barro, “retiene la memoria de su pasado y que cada artista debe tomar un posición dando idea de que la pintura no es solo eso, pintura, sino que también se trata de la representación de una idea”. David Barro La Imposibilidad de la pintura. Catalogo de la exposición de Laura González “Gramáticas del color” Pag 127-143. Las Palmas de Gran Canaria 2011.
6 “Un mundo donde los medios de comunicación vierten noticias carentes de acción, donde no sucede nada y todo está ahí sin consecuencias. Lo real absorbe, confunde los términos y potencia lo que quiere expresar y lo contrario”. Mario Perniola. El futuro de una ilusión: acción artística, comunicación patafísica. Revista Archipielago nº79. Pag 39.51.

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