domingo, 17 de marzo de 2019

El Capricho una obra de Antoni Gaudí

Gaudí realizó muy pocas obras fuera de Barcelona, en concreto fueron 3, una en la ciudad de Comillas, otra en Astorga y la tercera en León. El resto de su trabajo se encuentra concentrado en la ciudad de Barcelona. Es cierto que el arquitecto no era muy proclive a salir de la ciudad y que se trata de obras de primera época, una vez consolidado no volverá a realizar obra alguna fuera de la ciudad condal.


Cuando miramos fotografías de El Capricho, que se encuentra en Comillas, en la Comunidad de Cantabria, podemos observar que Gaudí no es todavía un arquitecto modernista. Así como otras obras tienen una clara inspiración en la naturaleza e intentan imitar sus formas, este trabajo no ha llegado todavía a ese punto. el edificio fue construido entre los años 1883 y 1885.
Gaudí tuvo una formación neogótica en la escuela de arquitectura, estos movimientos neo estaban de moda en el momento en que él estudiaba y sus primeros trabajos tienen estas conexiones con este tipo de movimientos.
El ambiente general de la casa nos recuerda obras de tipo neomudejar, la utilización del ladrillo es determinante. Ya lo había utilizado en otros edificios como la Casa Vicens. El neomudejar alcanzará su máxima expresión en la ciudad de Sevilla de la mano del también arquitecto Aníbal González con edificios como la Plaza de España o el Museo de usos y costumbres populares. 


Junto a la utilización del ladrillo Gaudí utilizaba en sus obras un tipo de torres que resultan extrañas a la arquitectura española. Se trata de torres orientales, como la que podemos observar en la entrada del edificio, que Gaudí había estudiado por su cuenta y que le llamaban la atención. Son ejemplos tomados de la arquitectura de la zona de oriente medio que repite en muchos de sus edificios. Al mismo tiempo se combina toda esta decoración con azulejos que también eran típicos de los edificios musulmanes como podemos observar en palacios como el Alcázar de Sevilla o la Alhambra de Granada
Junto a la combinación de colores, rojo y verde, también llama la atención el tejado que cubre el edificio, que tiene una inclinación excesiva, comparada con los edificios españoles en general. Parece más propia de edificios del norte de Europa, zonas donde hay una mayor abundancia de lluvia que la que tenemos en España. 


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