miércoles, 3 de mayo de 2017

La verdadera historia del Guernica de Picasso

Hace unos días tuvo la oportunidad de hablar con un importante comisario de exposiciones que me comentó diferentes cosas sobre el Guernica y las andanzas de Picasso durante la guerra civil. En un momento de la conversación me preguntó si recordaba a un hombre que se ponían en la puerta del Museo Reina Sofía y le decía a la gente que pasaba si quería que les explicara la verdadera historia del Guernica. Es cierto lo recordaba, varias veces que fui a Madrid y visité el Museo me encontré con este hombre que decía que la pintura era un engaño y que no tenía nada que ver con el significado que se le había dado al cuadro. Todo era una mentira, una falacia utilizada políticamente.


Como ya sabemos el Guernica trataría de representar los horrores de la Guerra Civil española y habría sido pensado como encargo del gobierno republicano a Picasso para decorar el pabellón que España tenía en la Exposición Universal de París durante el año 1937. Picasso había sido nombrado director del Museo del Prado en el año 1936, cuando algunas obras fueron trasladadas a Valencia. Hay quien dice que nunca ejerció este cargo realmente, mientras que otros dicen que visitó Valencia en secreto para controlar las obras trasladadas.
Así que tenemos la conexión entre Picasso y el gobierno republicano, no solo ideológica, ya que Picasso se afilió al PCE, sino también artística. Picasso no pudo rechazar un ofrecimiento para dirigir el Prado y así incrementar su propia gloria con este título y también su ego, que no era pequeño, ya que se consideraba al mismo nivel o superior que artistas como Velázquez o Goya. Por sus logros no le faltaba razón, también es cierto.

Tauromaquia de Pablo Picasso

Esta teoría de la verdadera historia del Guernica, dice que todo fue utilizado como un elemento de propaganda y que el cuadro en realidad, nada tiene que ver ni con la guerra civil ni con el bombardeo que se produjo en 1937 contra la ciudad del País Vasco un jueves en el que se celebraba el día de mercado en ese lugar. El nombre de Guernica fue añadido por el gobierno republicano para dar a entender las atrocidades que el bando de Franco, apoyado por alemanes e italianos, estaba cometiendo en España.
Y es que Picasso en esa época estaba tratando en su obra temas relativos a las corridas de toros, de las que era un gran aficionado, al igual que Francisco de Goya. La muerte del torero Ignacio Sanchez Mejías, miembro también de la generación del 27 impresionó mucho a Picasso y en homenaje a su muerte habría realizado esta obra de la que hablamos. Sanchez Mejías fue un personaje peculiar, un aventurero que se dedicó a los toros de la mano de "El Gallo" y que abandonó la profesión en 1920 para retomarla en 1934, momento en que fue cogido en el muslo y la tardanza en ser operado le provocó una gangrena en la pierna y su muerte. Fue un torero muy espectacular que puso de moda el torear de rodillas delante del toro o recibir al astado sentado en la barrera.


Así que algunos de los elementos que aparecen en el Guernica nos recuerdan el ambiente de una corrida de toros. El toro que cogió a Sanchez Mejías en el centro, el caballo de uno de los picadores de la corrida, que en esa época y sin protección eran destripados en la plaza por los toros que les embestían, el picador aparece por el suelo, también el torero que yace muerto con sus uno de sus brazos extendidos. La luz sería la bombilla de la enfermería donde el torero fue tratado y el candil sería una persona que se acerca con más luz a la enfermería. Las mujeres serían esposa y madre e incluso amante del torero que lloran su desgracia, la esposa del torero tendría a su hijo en brazos. Una figura alza los brazos desde el burladero y sale corriendo para ayudar al torero.  Algunos de los elementos ya realizados en el cuadro fueron sustituidos por el artista para adaptarlo al momento en cuestión.
Esta sería otra interpretación del Guernica de Picasso, por supuesto diferente. Hay algunos detalles del artista que nos hacen pensar que es posible, trabajos anteriores así lo demuestran. Si lo aceptamos así la obra no sería más que un instrumento de propaganda política para el régimen republicano. Por otro lado cuesta creer que Picasso, implicado en la dirección del Prado, ya que visitaría Valencia para este cometido, afiliado al PCE no quisiera representar en su obra los horrores de la guerra, quizás el título se decidió a última hora, aprovechando el primer bombardeo sobre población civil, en eso quizás la propaganda puede que juegue un papel mas importante.



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