Se trata de una de las pinturas más simples y conocidas del autor estadounidense James Mcneill Whistler, una artista que pese a se nacimiento en USA pasó gran parte de su vida y por tanto de su labor art´sitica en la ciudad de Londres, lugar en el que falleció en el año 1903.
Los primeros años de la vida del artista fueron bastante movidos. Su padre aceptó un trabajo en San Petesburgo y la familia se trasladó a Rusia, donde el niño asistió a la Escuela Imperial de las Artes, de regreso a Estados Unidos intentó entrar en la academia militar pero fracasó en el examen y gracias a una suma de dinero proveniente de una herencia, pudo trasladarse a Europa para continuar sus estudios de grabado y pintura.
El retrato que nos ocupa representa a la madre del artista. James realizó varios retratos a lo largo de su carrera artística. Su madre contaba con 67 años en el momento en que es retratada. Recordemos que la obra esta fechada en el año 1871.
Pese a la simplicidad del retrato, donde no encontramos nada de ornamento, se trata de una obra que tiene una fuerte personalidad. Puede ser quizás por la utilización y distribución del color, solo apreciamos tonalidades en color negro y color gris, acompañadas de blanco que hace un gran contraste con estos dos colores.
Durante su estancia en Europa el artista tuvo la oportunidad de viajar a España donde admiró el trabajo de Velázquez, un artista que tuvo gran influencia en los retratos de James McNeill. Ciertamente podemos ver cierta influencia del artista sevillano en la obra que nos ocupa. En primer lugar la utilización de una cortina para conseguir profundidad. Aunque no usa tantas diagonales como Velázquez, la colocación de diferentes objetos, unos detrás de otros nos recuerda obras como La Venus del Espejo o bien es un recurso utilizado en otras obras como La Fragua de Vulcano o Las Meninas.
Por otra parte el colocar algo sobre la pared ayuda a situar la escena, el tamaño de los personajes y también a utilizar una técnica que también uso Velázquez, es el llamado cuadro dentro del cuadro, algo que podemos apreciar en alguna de las obras de primera época del genio barroco, como por ejemplo La Mulata o Cristo en Casa de Marta y María. En este caso el artista norteamericano ha incluido un paisaje con una representación del río Tamesis a su paso por Londres, ciudad donde se asentó durante su estancia Europea.
No será el único artista que utilice este recurso, ya que Salvador Dalí, también muy influenciado por Velázquez durante sus estudios en Madrid lo utilizará en su obra Muchacha apoyada en la ventana, donde el artista ampurdanés nos muestra a su hermana Ana María contemplando un paisaje mediterráneo.
Actualmente la obra se encuentra en el Museo de Orsay en París, ya que fue adquirida por el gobierno francés en el año 1891.
Diego Velázquez. La Mulata |
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