Podríamos decir que Jeff Koons es la ultima arista que forma el cuadrado de los artistas contemporáneos mas cotizados y polémicos de la actualidad. Un grupo que estaría formado por Damien Hirst, Takashi Murakami, Maurizio Cattelan y nuestro protagonista de hoy.
Como ocurre con los artistas anteriores resulta complicado definir la obra de Jeff Koons y decir que trabaja en un estilo concreto. En muchos casos existe una gran cantidad de soportes y materiales utilizados en su trabajo que complican el encasillamiento al que estamos acostumbrados en nuestra sociedad.
Antes de dedicarse profesionalmente al arte trabajó como broker en Wall Street, aunque posee estudios artísticos que realizó en la ciudad de Chicago. Pero fue el dinero ganado en bolsa lo que le permitió abrir un estudio donde poder desarrollar sus ideas, este estudio se encuentra en la ciudad de Nueva York. En principio comenzaron trabajando con él 30 personas, pero han llegado a trabajar allí 160, desarrollando todas las ideas, en muchos casos obras monumentales, pensadas por el artista.
Como ocurre con otros artistas tan famosos la polémica suele acompañar su trabajo, ante algunas de sus creaciones puedes tener la sensación de que el artista nos está tomando a todos el pelo, pero al mismo tiempo se trata del artista vivo que ha logrado mas dinero por una de sus obras en una subasta, se llegaron a pagar 44 millones de euros por una de sus obras, así que esa polémica lo mismo ayuda como siempre a incrementar el valor de su trabajo. De hecho ha colaborado con algunos de los iconos actuales como Lady Gaga para la que diseñó la portada de su disco Art Pop. Estuvo casado con la actriz porno italiana Cicciolina, ahora están separados pero tienen un hijo en común, con ella realizó una sus series fotográficas más polémicas.
¿Donde se encuentra su trabajo? Pues es una pregunta difícil. Podemos decir que el pop es un elemento muy importante, ya que muchas de sus creaciones recurren a objetos tradicionales de consumo, pero la época del pop fueron los años 50 y 60 principalmente, estaríamos hablando de un momento neo pop.Son muy curiosas por ejemplo las creaciones hinchables, de tamaño monumental, que recrean las formas que con globos los payasos crean en las fiestas de los niños o bien los mimos en la calle.
¿Puede el consumo masivo transformarse en una obra de arte? Esta es la base del trabajo de Jeff Koons en el momento en que comienza a desarrollar su trabajo en los años 80, bajo un ambiente en que las necesidades básicas están cubiertas y existe una avalancha de consumo de todo tipo de objetos quizás innecesarios. Serán estos objetos cotidianos y carentes completamente de valor los que integren algunos de sus trabajos. Juguetes, muñecos, figuras de pin-up o el mismísimo Michael Jackson con sus polémicas son algunos de los temas que más observamos en su obra.
Hay quien define su trabajo como conceptual, quizás todos estos objetos sirvan como una máquina de reflexión para una clase media que ve reflejado en la obra de Koons sus manías y obsesiones de conseguir fama, dinero y en muchos casos poder. Otros en cambio califican su obra como minimalista.
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