A lo largo del último mes hemos podido ver en televisión como miles de personas que huyen de la guerra en Siria están llegando a Europa buscando nuevas oportunidades para sus vidas o simplemente lo que quieren es salir de un infierno donde se encuentran atrapados y no le ofrece ningún futuro, que no sea muerte y desolación.
Se indica que muchos de los que llegan no son gente sin estudios, sino personas de clase media que tenían una vida mas o menos digna, truncada por las consecuencias de la guerra.
Esto me ha traído a la cabeza una obra que realizó la profesora de arquitectura y artista Judith Barry que lleva por título First and Third y que fue realizado en el año 1987. En esta obra se plantea lo siguiente, se trata de un vídeo en el que se pregunta a un buen número de inmigrantes que han llegado a Nueva York cuales eran sus expectativas cuando salieron de su país de origen y cual es la realidad que se han encontrado al llegar y asentarse en Estados Unidos, llegando a la conclusión de que es bastante difícil que esas expectativas se cumplan, porque tu puedes querer trabajar en un banco por ejemplo, pero quizás lo que te ofrecen es fregar platos en una cocina, recoger la basura o cortar el cesped del jardín de varias casas. A ello hay que sumar el handicap de tener o no tener tus papeles en regla, porque eso influye mucho sobre la opción de tener un contrato en blanco o en negro.
Recuerdo una persona muy de izquierdas que vivía en uno de estos países de origen que comentaba acerca del mismo tema y decía que la gente tenía idealizado Estados Unidos, pensaban en un paraíso, pero que cuando llegaban allí solo se les ofrecía un trabajo de "wachiman" que es el vigilante de seguridad de cualquier tipo de local. Siempre se quejaba de la falta de oportunidades para esta gente, aunque quizás fueran mejores que su futuro en el país de origen.
Todo esto me lleva a pensar en las opciones de estas personas que llegan a Europa o las que han llegado en los últimos 15 años (recordemos que en España el número de inmigrantes recibidos se acerca a los 7 millones y supone un 15% de la población del país). ¿Cual es el futuro de los inmigrantes que llegan o llegarán a España? Un país con una situación económica muy débil, con un paro estructural todavía superior al 20% y con una capacidad de colocación que en mas casos remite a conocer a alguien dentro que a la verdadera capacidad del demandante.
A ello podemos unir como dice Zygmun Bauman en su libro Mundo Consumo "surge la figura del forastero, al que asociamos con la desconfianza y el miedo a lo desconocido, al portador de malas noticias, no digamos si esto se asocia a la figura del inmigrante que viene de zonas que quedan fuera de nuestro circuito estandar". El libro está publicado en Paidos Contextos 2010.
Pues lo cierto es que la situación se antoja difícil, todas estas personas de clase media, profesores, químicos, físicos, traductores, informáticos, que hayan dejado su país tendrán al llegar a España que adaptarse a una situación donde lo que puedan hacer no sea mucho más que trabajar en la construcción, hostelería o mismamente en Sevilla gorrilla aparcacoches, entre otras cosas porque el reconocimiento del título académico puede llevar años o ni siquiera llegar a resolverse al provenir de un país con el que España no tiene ningún tipo de acuerdo.
Esta también es una realidad, de la que ya Judith Barry se hizo eco. Ahora hablamos un poco sobre este tema porque esta de moda, pero en unos días todo cambiará y nos olvidaremos arrastrado por los medios de comunicación de toda esta gente para centrar nuestros esfuerzos en otra causa que tampoco tardará mucho en pasar de moda, así es nuestra sociedad contemporánea.
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