Bernini es uno de los artistas barrocos más conocidos y afamados de su tiempo. Era un artista completo, eso quiere decir que practicaba las tres artes mayores entre otras destrezas, por tanto fue arquitecto, escultor y pintor, destacando en las dos primeras materias por las que fue más conocido.
Para trazar una pequeña biografía de Bernini, debemos decir que nació en Napoles en el año 1598, por tanto es un artista que debemos situar dentro del barroco, estilo en el que se mueven sus obras. Su padre, el escultor Pietro Bernini, se encontraba circunstancialmente trabajando en la ciudad y por eso nació allí, aunque pronto, cuando Bernini tenía 6 años su familia se traslada a Roma donde pasará en el resto de su vida.
Pronto comenzó a trabajar con la escultura, su padre le enseñaría a tallar y Bernini mostró mucha habilidad para realizar obras en mármol, tanto que fue comparado con el gran Miguel Angel y nombrado su digno sucesor. Fue un hombre de hondas convicciones religiosas que se pueden apreciar en muchos de los estudios realizados antes de realizar sus obras.
El ambiente artístico en la ciudad de Roma era excelente, los Papas y diferentes cargos de la iglesia y nobles hacen confluir en la ciudad a los grandes artistas europeos del momento, que intercambian ideas en la ciudad eterna, centro del arte a principios del siglo XVII.
Bernini trabajó para diferentes Papas, Urbano VIII, Inocencio X y Alejandro VII y de él conservamos multitud de obras ya que tuvo una vida larga que se extendió hasta los 82 años. Falleció en la ciudad de Roma en el año 1680.
Como arquitecto hay que destacar algunos de sus trabajos que se encuentran a la altura de los mejores artistas del momento, como por ejemplo Francesco Borromini o Pietro da Cortona. Algunas de sus obras son muy conocidas, por ejemplo quien no ha visto alguna vez la Plaza de San Pedro y su diseño de la galería porticada como unos brazos que abrazan al mundo. Otro ejemplo es el Baldaquino que se encuentra en el interior de la Basílica de San Pedro, La Cátedra de San Pedro en el mismo edificio o la Fuente de los Cuatro Ríos también en Roma. Una de las iglesias más destacadas es la de San Andrea al Quirinal.
Como escultor tenía una gran habilidad para mostrar los sentimientos de las personas que representaba, sobre todo en aspectos que tenían que ver con lo dramático, llegando a penetrar psicológicamente en los sentimientos de los personajes. Tenía gran maestría para realizar esculturas de grupos. Sus obras suelen representar el momento culminante de la escena, el de mayor tensión dramática, jugando con los efectos de claroscuro y jamás descuidando el ambiente del lugar donde la obra iba a estar situada.
Hay multitud de obras destacadas, vamos a señalar algunas, pero cualquiera de ellas nos parece bellísima, así tenemos Apolo y Dafne, David, El Extasis de Santa Teresa o el busto del rey Luis XIV.
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