Este cuadro fue pintado por Velázquez durante su segundo viaje a italia, aproximadamente en el año 1650, durante ese viaje el artista sevillano tendría el encargo de comprar cuadros y esculturas para la colección real, pero permaneció varios años, hay quien especula con la posibilidad de que también conociera a una hija concebida durante su primer viaje a italia realizado 20 años antes.
Juan de Pareja era un esclavo que tenía Velázquez de origen antequerano, le ayudaba en sus labores como pintor, preparando los lienzos o mezclando los colores antes de que pintara el maestro. Pero Juan de Pareja también era pintor y a ello se dedicó después de obtener la libertad, poco después de 1650. Se conservan cuadros suyos en el Museo del Prado, donde se muestra como un digno seguidor de su maestro, su obras más conocida se llama La Vocación de San Mateo.
El retrato puede ser pintado como ensayo antes de realizar un retrato del Papa Inocencio X, es posible que el Papa no se fiara de la pintura de Velázquez y le hiciera presentar otro retrato antes de pintar el suyo. Por eso Velázquez pinta esta obra, que fue del agrado del Papa y le permitiría pintar el suyo propio.
Lo bueno que tiene Velázquez tanto cuando pinta esta obra, como la del Papa Inocencio X, es que es capaz de penetrar en la personalidad del personaje y mostrarnos algunos aspectos de la personalidad que permanecen ocultos, así nos muestra al Papa Inocencio X como un personaje un tanto soberbio, mientras que a Juan de Pareja, que era un esclavo le dota de mucha dignidad, mirando de lado y por encima del hombro al espectador que lo está contemplando.
Al ser un reatrato no está interesado en la profundidad y ni siquiera la trabaja..
La obra se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
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