David Octavius Hill es uno de los fotógrafos que nos ha brindado los mejores retratos que fueron tomados con esta práctica a lo largo del siglo XIX. Había nacido en el año 1802 en la ciudad escocesa de Perth y vivió durante 68 años.
Hill fue un litógrafo y pintor escocés y se acercó a la fotografía porque había recibido el encargo de pintar una obra que debía de incluir a más de 500 personas, de cada una de ellas debería realizar un retrato. El nombre de la asamblea a representar se llamó "The Disruption Assembly" tuvo lugar en 1843 con motivo de la separación de la iglesia escocesa y la iglesia inglesa. Hill debía pintar una obra que representara esta primera asamblea. Para llevar a cabo este encargo debería hacer retratos de todos los miembros. Para ello empezó a trabajar con el fotógrafo Robert Adamson que se dedicaba a realizar calotipos de diferentes personas. Adamson murió en 1848, en esa fecha ambos había recopilado más de 1500 fotografías. Este fotógrafo había trabajado junto a uno de los padres de la fotografía Talbot que será el introductor del calotipo en esta disciplina
Lo que hacía Hill es que cada modelo posara para ellos durante uno o dos minutos sin ningún soporte natural lo que le diferencia de la mayoría de retratos que habían sido tomados con el daguerrotipo, el método más extendido en fotografía. En principio realizó retratos de los miembros de la nueva iglesia pero poco a poco empezó a hacer retratos de otra gente que incluían amigos, soldados, aristócratas bien en solitario o en grupo.
También realizó uno maravillosos retratos de los pescadores de New Haven y sus familias, todos ellos con una actitud relajada y bastante naturalidad.
La figura de la mujer de los pescadores bajan los ojos de manera que podemos penetrar en su subconsciente y saber como se siente. Se trata de una cara de misterio porque debe posar frente a una máquina capaz de generar una imagen de si misma. Da la impresión de que la figura siente que una parte de su alma se va en ese retrato. Frente a todo el mundo que posa frente a la cámara en estas primeras fotografías la gente demuestra una gran inocencia, timidez y naturalidad.
En las fotos de David Octavius Hill el rostro humano aparece rodeado de silencio, da impresión de que la mirada descansa en cada uno de los retratos. Vamos a destacar las figuras que representa en el cementerio de Greyfiars en Edimburgo. En esas fotos tenemos la sensación de que los modelos están en el salón de su casa en vez de en un cementerio. Todos parados sin ningún movimiento.
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