La ciudad de Sevilla tuvo una actividad artística muy importante durante el siglo XVII, algunos de los mejores maestros tanto en escultura como en pintura, nacieron o se formaron en Sevilla. Con Diego Velázquez como referencia, un número importante de buenos maestros coinciden en la misma época, hablamos de figuras tan importantes como Francisco de Zurbarán en pintura o Juan Martínez Montañés en escultura, por citar solo un par de ellos.
Bartolomé Esteban Murillo es otro de estos maestros del cual este 2018 se celebra el año murillo, ya que coincide esta fecha con la de su nacimiento. Para ello la ciudad de Sevilla ha programado diferentes exposiciones en torno a la figura del artista y diferentes eventos a lo largo de todo el año. Se trata de la gran apuesta cultural y turística de la ciudad para el año 2018.
Una de las exposiciones más interesantes es la que lleva por título Murillo Fotógrafo donde José Antonio Lamadrid y Laura León han recreado de forma contemporánea algunos de los más famosos cuadros de Murillo. Han querido estos fotógrafos de que sus obras no fueran una simple recreación sino que cada una de ellas fuera capaz de transmitir un mensaje con alguno de los problemas que aquejan a nuestra sociedad y a los que, en muchas ocasiones, damos la espalda, aunque indudablemente están ahí y no se pueden negar.
Murillo es muy conocido por las pinturas en las que representa a la Virgen Inmaculada, ese será su modelo más extendido. Realizó muchas versiones de esta representación que tiene varias características de la escuela Andaluza. Pero Murillo también es conocido por el componente social que tienen sus obras. No existe otro pintor igual para plasmar la delicadeza del rostro de sus personajes, sobre todo de los niños. Pero al mismo tiempo le toco vivir un tiempo difícil en la ciudad de Sevilla, plagada de niños de la calle que se dedicaban al pillaje y coincidiendo con una epidemia de peste que diezmo la ciudad en más de 50%.
Enlazando con esta idea los fotógrafos tratan de introducir este mensaje que haga mover la conciencia de las personas que contemplan la obra. Por ejemplo sus famosos niños jugando a los dados es representado por unos niños que no se despegan de la consola o el videojuego, de los cuales en muchos casos parecen depender para pasar su tiempo.
Otro caso es su obra de Santa Ana enseñando a leer a la Virgen, que aquí se representa como una abuela que está cuidando de su nieta. No es extraño en nuestra sociedad contemplar como muchos abuelos participan en la educación de sus nietos, acompañándoles al colegio, recogiéndoles o llevándolos a diferentes actividades, mientras sus padres se encuentran trabajando.
Otra de las obras del Murillo que se encuentra en la Catedral de Sevilla es la que representa a las Santas Justa y Rufina sujetando la giralda durante el terremoto del siglo XV, pue la reinterpretación nos lleva a una mujer católica y otra musulmana sujetando la torre y hablando de la difícil convivencia entre las dos culturas, debido entre otras cosas al recelo por los atentados y los episodios de xenofobia que pueden sufrir estas mujeres solo por tener una cultura diferente.
Se abordan otros muchos temas, como los tratamientos de fertilidad, la identidad sexual, el papel de la mujer como madre trabajadora, los obstáculos que encuentran los artistas para abrirse camino o el consumismo en la sociedad contemporánea.
Las obras están muy bien realizadas y si viajáis a Sevilla o vais a visitar Sevilla en el 2018 esta es una de las exposiciones que nadie se debe perder.