Para comprender mejor esta obra debemos situarnos en el momento preciso que se realiza y también conocer un poco la evolución artística de este autor que con esta obra concluye un proceso del movimiento suprematista cuyo manifiesto se había presentado en el año 1915.
Así que estamos en la segunda década del siglo XX donde hay una efervescencia de movimientos artísticos que se dan cita en Europa con diferentes manifiestos y exposiciones que van a influir de una u otra manera a los artistas que trabajan en este momento. Al mismo tiempo en la zona de nacimiento del artista (que era Ucraniano) se produce la revolución soviética que trata de imponer un nuevo estilo de vida en una Rusia ligada a los zares desde tiempos remotos.
Kazimir Malevich pasa por varias etapas pictóricas que comienzan con la influencia impresionista, pero serán dos los estilos que van a llevarle hasta el suprematismo, en concreto serán el cubismo y la reducción de las personas y objetos a formas geométricas creadas con líneas y también el futurismo con sus ideas acerca de expresar el movimiento en pintura debido a la velocidad y los avances técnicos que se están produciendo en esa época en diferentes países. Hay un cuadro que se llama "El afilador de Cuchillos" realizado en el año 1912 que resume perfectamente la unión de estos dos movimientos.
El suprematismo no nos habla de figuras ni objetos sino que nos habla de la pureza de la pintura, de la esencia de la misma, se trata de representar formas y colores. Los sentidos deben concentrarse en las formas y en la esencia de la pintura, no en la representación de ningún otro tipo de representación. Se trata por tanto de una sensibilidad nueva, diferente a lo representado hasta el momento, a la copia de elementos tomados de la naturaleza.
Las formas se definen en planos geométricos y también en color. No existe ningún tipo de profundidad, tampoco puntos de fuga. Se trata de algo trascendente, único, casi conectado con la divinidad y una nueva forma de religión. Es curioso pero la observación de la obra puede colocarse en horizontal o en vertical y en cualquiera de ellas la obra tiene sentido porque hablamos de formas y color no de posición.
La obra de la que hablamos hoy Blanco sobre Blanco fue realizada en el año 1918, no es una obra muy grande ya que mide 80x80 cm. Digamos que esta obra es la culminación de la estética suprematista. La superficie del mismo es completamente blanca que se trabaja en toda la superficie del cuadro donde se utiliza un solo pigmento en dos diferentes tonalidades pero sin recurrir a ninguna referencia, forma o figura. La obra como vemos no tiene ningún tipo de profundidad. La idea del autor al utilizar el color blanco es introducirse en la representación de la nada, el vacío total sin fondo, sin perspectiva sin idea de arriba o abajo, la esencia de la pintura.
Hay una cosa muy curiosa y es que Malevich después de pintar esta obra no volvió a pintar más, porque había encontrado el culmen de sus investigaciones estéticas, se dedicó a la enseñanza y a escribir para así poder transmitir cuales eran sus ideas sobre el arte.
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