Estamos ante una de las grandes figuras de la arquitectura contemporánea, alguien que es capaz de superar los estilos convencionales para crear una propio dotado de su personalidad y diferente a otras obras que se estaban creando en ese momento tanto en Europa como en América.
Para situarnos debemos decir que Wright vivió entre los siglos XIX y XX. Hay un hecho en su infancia que es importante, él nació en el seno de una familia de pastores en el estado de Wisconsin. Su familia por su profesión pasaba bastante tiempo en el campo, en contacto directo con la naturaleza y eso será muy importante para Wright porque veremos que sus edificios tratan de integrarse por completo en la naturaleza, formar parte de ella, como si no estuvieran alterando el paisaje sino simplemente adaptándolo para que el ser humano pueda habitarlo.
Realizó estudios de ingeniería, pero no llegó a acabarlos y empezó a trabajar en un estudio de arquitectura en Chicago, uno más clásico y otro dentro de la Escuela de arquitectura de Chicago, allí aprendería sobre el uso de nuevos materiales y la elevación en altura de los edificios, que es una de las señas de identidad de esta escuela.
En sus primeras viviendas unifamiliares encontramos una estructura que gira en torno a una gran chimenea, donde ventanas y fachadas juegan un papel importante en la sensación horizontal del edificio, también son características las cubiertas de los edificios o dos o cuatro aguas con una inclinación que aumenta la sensación de verticalidad. Las habitaciones interiores no se encuentran cerradas sino que se abren al espacio, un espacio que se prolonga en el porche de la casa, que se encuentra cubierto como si fuera un espacio más de la misma.
Realizó viajes a Europa y Asia. En Europa como fruto de una exposición tuvo gran influencia en Alemania, donde esa idea de integrar arquitectura y naturaleza todavía pervive y tuvo muchísima importancia en algunas décadas del siglo pasado. En Asia proyecto por primera vez, un hotel que era capaz de resistir a los terremotos con una base de pilares hidraúlicos capaces de moverse con el seismo y aguantar las abatidas del mismo.
Los últimos años de su vida los pasó en Phoenix donde fijó su residencia y su estudio, en esa época tuvo la oportunidad de construir su obra más famosa, la casa de la cascada conocida en inglés como Fallingwater, una casa de campo que se eleva sobre una pequeña cascada del río Bear Run, se encuentra en el estado de Pennsylvania y es monumento nacional y uno de los mejores ejemplos de arquitectura orgánica e integración en la naturaleza, como decimos una de las obsesiones del arquitecto.
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