domingo, 5 de marzo de 2017

El acueducto romano de Segovia

Los romanos destacaron por muchas cosas, entre las más importantes por su poderío militar y la profesionalización de su ejercito, lo cual les llevó a una conquista desmesurada para la época de un territorio muy extenso tanto en Europa como en Asia. Pero el desarrollo militar también trajo que otras artes destacaran de forma notable. Los romanos fueron grandes genios al realizar obras de arquitectura e ingeniería.


Frente a la arquitectura egipcia o griega que era muy estática y se basaba sobre todo en estructuras arquitrabadas bastante simples, los romanos fueron capaces de dotar a sus obras de multitud de arcos y bóvedas de todo tipo creando unas obra dinámicas al mismo tiempo que bellas.
Una de las obras de ingeniería más importantes fueron los acueductos, de los cuales conservamos algunos ejemplos en España. Su función era el transporte de agua desde zonas con abundancia a otras donde era escasa, en muchos casos al centro de las ciudades. Su extensión por tanto era muy larga, por ejemplo el acueducto que nos ocupa hoy tenía una distancia de 17 kilómetros y discurría salvando diferentes desniveles para cruzar esa zona de la ciudad en la cual contemplamos toda esa galería de arcos. En la parte superior incluye un canal para hacer llegar el agua a la zona noble de la ciudad.


Es en esa zona más espectacular donde construyeron estos dos pisos de arcos de medio punto que hoy todavía podemos contemplar. Hay una cosa bastante curiosa, para construir los arcos utilizarían andamios de madera que con la misma forma del arco servirían para ir colocando las piedras sobre ellos, lo mas curioso es que estas piedras no están unidas unas a otras con cemento u otro material sino que es la presión de unas sobre otras lo que hace que se sustente, algo si queremos increíble y que ha permanecido hasta nuestros días sin que ninguna de las piedras haya fallado. Indudablemente la obra ha sufrido diferentes reconstrucciones siempre tratando de respetar lo más posible el original, negarlo sería mentir.
El acueducto ha servido para transportar agua hasta el Alcázar de la ciudad hasta hace poco tiempo, tan solo unos años. También para intentar eliminar la contaminación está prohibida la circulación de vehículos en la zona y la celebración de conciertos ya que el alto volumen podría dañar la estructura del edificio.
Olvidábamos dar una fecha de construcción, podemos fechar la obra en el siglo II después de Cristo, durante el momento en que los emperadores eran españoles, Trajano y Adriano, que habían nacido en la ciudad de Itálica, a tan solo 7 kilómetros de Sevilla.


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