domingo, 12 de febrero de 2017

¿Cuales son las partes de una columna toscana y compuesta?

En los últimos días hemos dedicado varias entradas a los tres estilos más utilizados en la arquitectura clásica, bien de forma individual o combinados, hablamos del orden dórico, del orden jónico y del orden corintio. Pero para completar el conjunto de los órdenes clásicos nos queda por hablar de otros dos que también fueron utilizados de forma habitual por la arquitectura romana. Estamos hablando del orden toscano y del orden compuesto.
El orden toscano llegó a los romanos a través de la arquitectura etrusca, un pueblo que vivía en el centro de Italia y del cual los romanos reciben múltiples influencias tanto en escultura, como en arquitectura, pensemos por ejemplo que el uso del arco de medio punto y de la bóveda es una influencia de este pueblo cercano a Roma.
El orden toscano es muy parecido al dórico, aunque tiene algunos matices que conviene señalar, el capitel es muy parecido, pero el entablamento tiene pequeños cambios, tenemos un arquitrabe separado del entablamento por un listel. El friso es liso (no tiene decoración de triglifos y metopas), por encima de ellos se sitúa una cornisa. También habíamos visto que la columna dórica apoya el fuste directamente sobre el suelo, es decir no tiene una basa para su apoyo. En el orden toscano si cuenta con una base que se eleva sobre un podio. El fuste de la columna es liso, no acanalado como en el dórico. El fuste crece hasta crear su zona más ancha en el centro para luego ir reduciendo su tamaño hasta que llegamos a la zona donde se sitúa el capitel.
En segundo lugar tenemos el orden compuesto, que tampoco es una aportación griega a los órdenes clásicos, sino que se trata como en el orden toscano de una aportación romana. No tiene ninguna diferencia con el orden corintio en lo que se refiere a la basa (quizás esta es más rica en decoración y se parece a un orden dórico invertido) o al fuste de la columna, la diferencia se encuentra en el capitel donde se produce una mezcla entre el orden jónico y el orden corintio, es decir remata en las típicas volutas del jónico y mantiene las hojas de acanto del corintio.
La superposición de órdenes es algo que también aporta la arquitectura romana, no existe una ley concreta, pero para algunos de sus edificios los órdenes más simples se situaban en la parte inferior y los más elaborados en la parte superior. Siguiendo este esquema encontramos edificios de varias plantas que superponen el orden dórico, jónico, corintio y compuesto, así fueron utilizados en el Renacimiento, siguiendo un esquema parecido al que tenía el coliseo de roma por ejemplo.


Capitel compuesto

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