Una feria de arte es una exposición de tipo comercial donde varias galerías ofrecen sus productos representados por un reducido número de artistas, al mismo tiempo sirve como lugar de encuentro y debate entre los diferentes agentes que forman parte del sistema del arte contemporáneo.
Barbara Kruger. Tonto avaricioso se refiere a los coleccionistas de arte |
Las ferias de arte han ganado en popularidad y adeptos en los últimos años siendo muy importantes sus ventas para algunas galerías que ven imprescindible su presencia en este de eventos. Para muchos de ellos suponen el 70% de sus ventas anuales con lo que la presencia física en la galería pierde importancia respecto a la feria.
La feria más popular actualmente se celebra en Miami, se trata de Art Basel Miami Beach, se celebra desde 2012 con gran éxito de público y ventas, lo que ha atraído otros eventos, como ferias satélite (que se cuentan por un número cercano a la veintena), performance, exposiciones privadas, fiestas nocturnas, comidas y cenas, etc. Las ferias satélite albergan artistas emergentes o galerías que no han podido entrar en la gran feria pero que quieren contar a sus clientes que han estado en Miami.
En número de VIPs es muy alto, se trata de personas que tienen un acceso a la feria con anterioridad al público en general, con lo cual pueden comprar antes que cualquiera otro algunas de las obras o artistas ofrecidos por las galerías representadas. En muchos casos los VIPs son coleccionistas de arte, compradores potenciales de obra, en otros casos son simplemente personajes conocidos del mundo del espectáculo que aportan glamour a la feria con su presencia física. En una feria como Miami tenemos VVIP (very very important person), normalmente traídos por los grandes patrocinadores de la feria, luego estarían los VIP y luego el público general. Los primeros en una hora pueden arrasar con las obras más importantes.
Hay un número limitado de espacios o stands, entonces si hay mas peticiones de asistencia que stands algunas de las galerías quedará fuera y no podrá repartir el pastel con el resto. Es normal establecer una serie de condiciones para poder acceder a la feria y así descartar algunas de las galerías que se presentan por ver si suena la flauta.
En cuanto a las ventas es un tema difícil de cuantificar, normalmente un galerista no dirá que una feria le ha ido mal, no quedaría bien con sus clientes ni sería buena imagen para la galería. Por tanto las cifras de ventas pueden estar hinchadas en algún caso excesivamente. También puede ser lo contrario, es decir un galerista ha vendido tanto que no le interesa que se conozca la cifra de ventas, quizás porque es excesiva o porque ha hecho unos descuentos que no aceptarían otros de sus coleccionistas.
En una feria existe el sentimiento de "último momento", es decir que pasas por un pasillo, ves una obra, esperas un poco y cuando vuelves a pasar ya está vendida. La oportunidad de evitar ese desasosiego se llena con la compra compulsiva, en muchas ocasiones, para evitar que la obra se nos escape de las manos, "ahora o nunca". Este tipo de sensación no se produce en una galería donde no se da esa sensación de competencia durante una inauguración o en una subasta organizada por una gran casa.
Gran parte de este texto está basado en el libro de Don Thompson La Supermodelo y la Caja de Brillo. Limpergraf 2015
Takashi Murakami |
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