George La Tour puede ser considerado el mayor representante del los pintores tenebristas franceses que tuvieron su actividad en la primera parte del siglo XVII. Ahora que el Museo del Prado dedica una exposición a este artista aprovechamos para conocer un poco más acerca de su vida y su obra.
A George la Tour le sucede como a El Greco, tuvo éxito en vida, pero una vez que falleció, sus obras cayeron en el olvido y no fueron recuperadas hasta mediados del siglo XX, con motivo de varios estudios realizados sobre el tema.
El artistas estuvo afincado en el ducado de Lorena, un territorio independiente que se encontraba casi todo este tiempo en disputa entre el estado francés u el imperio Austro-Hungaro. El artista se vio afectado por diferentes saqueos, pillajes, entradas de diferentes ejércitos y la guerra de los 30 años, que tiene lugar por ese momento.
Para poder centrarnos en las fechas sobre las que estamos hablando debemos decir que George La Tour nació en 1593 y falleció en 1652. Por tener una idea similar sobre estas fechas Diego Velázquez vivió en unas fechas similares a las del artista francés 1599-1660
En esta época muchos artistas europeos están influidos por el tenebrismo, del cual podemos decir que había dos grandes escuelas. Primero la italiana, con Caravaggio al frente, un avanzado a su época con un uso magnífico del claroscuro y un realismo descarnado que llamaba la atención a los habitantes de Roma en ese momento. Una segunda escuela sobre el tenebrismo la tenemos en los Países Bajos, en concreto la escuela holandesa establecida en Utrech, con los que La Tour tiene más conexiones. No sabemos si el artista realizó algún viaje a estos lugares o bien si es posible que a través de reproducciones conociera muchas de estas obras realizadas en la época.
La gran originalidad de la obra de George la Tour se encuentra en el elemento que ilumina la escena representada, se trata normalmente de una vela o un candil, a veces una antorcha. Se trata en cualquier caso de una luz artificial que puede iluminar más la parte izquierda o derecha del mismo. Esto muestra una gran diferencia con Caravaggio donde la luz suele ser artificial y proviene de un punto externo (situado en la parte izquierda) que es difícil de identificar.
La mayoría de los temas representados son religiosos y escenas de devoción, no se dedicó a otros géneros. Sus pinturas transmiten un gran equilibrio. Sin duda es uno de los artistas más importantes del barroco y el máximo representante francés del momento.
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