Decía hace poco tiempo Victor Lenore en su libro que pretende ser una crónica de la dominación cultural dedicado a los Indies, Hipsters y Gafapastas que en la época contemporánea tratamos de justificar todas las cosas que suceden o han sucedido. Para ello buscamos una explicación a como surgen todos y cada uno de los movimientos musicales, entre ellos el punk. Es por ello que estamos más preocupados de dotar de ideas al movimiento que de analizar si realmente surge por la situación de desempleo y precariedad social que vive la Inglaterra de finales de los 70 como causa del desmantelamiento de la industria metalurgica. Parece sin duda más lógico que todas las conexiones que podamos hacer con las ideas situacionistas que eclosionan a finales de los 60. Realmente no me imagino a Sid Vicious leyendo los escritos de Goy Debord.
Pero de todas maneras vamos a intentar buscar esa conexión y lo hacemos a través de Jamie Reid uno de los iconos del arte punk debido a su colaboración con una de las bandas más representativas del momento: Sex Pistols.
Quizás debamos remontarlos a la Internacional Letrista y el origen cuando interrumpieron una conferencia de Charles Chaplin en Paris en 1952 diciendo que había que destruir los ídolos cuando se presentan hablando en nombre de otro. Ellos hablaban de la banalización de la sociedad contemporánea y como estábamos aducidos por un mundo lleno de productos y servicios donde la novedad llega cada instante. Con ello los deseos olvidados quedan ocultos. Estas ideas estaban en principio a un nuevo concepto más justo de ciudad pero pueden aplicarse perfectamente al comportamiento de la sociedad contemporánea.
Jamie Reid tuvo colaboración con los situacionistas, estuvo en París y recogió muchas de las ideas del grupo. El desprecio a la sociedad consumista es algo que esta presente en la obra de Guy Debord, el consumo y la novedad constante forma parte de un espectáculo que según Debord nos tiene completamente adormecidos, apartados de la realidad, porque mientras nuestra mente piensa en esas novedades no nos ocupamos de los problemas que realmente aquejan a la sociedad. Reflexionar sobre lo que sucede a nuestro alrededor se ha convertido ahora más que nunca en una imposible quimera, rodeados de espectáculo por todas partes: consumo, novedades, imágenes retocadas, televisión, cine. Nuestra mente está tan ocupada que es imposible centrarse en los verdaderos problemas de la sociedad.
Debord pensaba que el arte debía ser un instrumento no estético ni bello sino al servicio de la revolución, debía incitar a la gente a la reflexión y animarla a tomar una posición revolucionaria. Son ideas cercanas a lo que debe ser el arte contemporáneo en estos momentos, realista, sin mirar por la belleza y dispuesto a denunciar aquello que nos mantiene completamente adormilados. El artista debe catalizar y expresar los deseos reprimidos por la sociedad.
Jamie Reid recoge este mensaje para recortando letras de los periódicos (igual que hacían los dadaistas en los años 20), componer una nota que llame la atención de la gente con un mensaje incendiario. Reid colaboró con los Sex Pistols en el disco Never Mind the Bollocks y los singles Anarchy in the UK y Good Save the Queen, donde el uso del imperdible en la nariz de la reina provocó un gran escándalo y se convirtió sino lo era ya en uno de los elementos de la estética punk.
Sus obras se encuentran cercanas al mensaje situacionista con los que coincidió en París para recoger sus ideas y adaptarlas a la estética de protesta punk junto a Malcon Mclaren productor de los Sex Pistols.
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