domingo, 24 de agosto de 2014

La Catedral gótica de Leon

La catedral de León es una de las tres catedrales del gótico clásico en España junto a las de Burgos y Toledo, todas ellas realizadas en el siglo XIII. Quizás es la que mejor representa el espíritu francés del movimiento, en concreto la catedral de Reims que es su fuente de inspiración para la construcción.
Planta Catedral León
Las obras debieron iniciarse en el año 1255 cuando el obispo de la ciudad era Martín Fernández. En la obra participó uno de los maestros que había trabajado en la catedral de Burgos, de nombre Enrique, siendo sustituido por Juan Pérez.
La planta nos presenta un edificio de tres naves cubiertas todas ellas con bóveda de crucería. Tiene un amplio pórtico a los pies y tambien es amplio el crucero, que destaca sobre las naves prologándose hasta los ábsides de la cabecera. De las naves laterales parte una girola que nos da acceso a los cinco ábsides poligonales que rematan el templo. El coro, como es costumbre en todas las catedrales españolas, se sitúa en el centro de la iglesia impidiendo la visión del altar mayor desde los pies de la misma. A los pies se aprecia el hueco de las tres portadas que coinciden con cada una de las naves.
Al interior la iglesia mantiene el esquema típico del gótico, es decir la nave central se separa de las laterales por medio de arcos apuntados. Existe gran diferencia de altura entre la nave central y las laterales por lo que encima de los arcos apuntados tenemos un triforio y después un amplio cuerpo de ventanas que se cubre con vidrieras, que son las que aportan luz al interior de la catedral. 
Tenemos que meternos en la cabeza de una persona del siglo XIII que visita un monumento de este tipo. Imaginemos que es un día soleado de final de primavera, por la mañana, cuando el sol está casi en lo alto luce en todo su esplendor, iluminando los rosetones que encontramos a los pies y en los lados del crucero y esos grandes ventanales cubiertos por vidrieras que también encontramos en el interior del triforio. Las luces de colores apuntan al interior de la catedral creando una combinación de rojos, amarillos, azules, verdes. Podriamos comparar este juego de luces al que tenemos en el interior de una discoteca. De manera que la persona que entra en la catedral y lo ve se muestra muy sorprendida por ese efecto y esa multitud de colores que se aprecian en las diferentes naves.
La diferencia de altura entre la nave central y las laterales es mucho mayor en León que en catedrales como Burgos o Toledo, con lo que este efecto que producen los colores de las vidrieras se aprecia mucho mejor en esta ciudad que en las otras.

Interior de la Catedral gótica de León
Vidrieras de la cabecera en la Catedral de León

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