Este bloque de viviendas es una de las casas que construye Gaudí en la principal zona de ensanche de la ciudad, el conocido Paseo de Gracia, fue realizado entre los años 1906-1912. Allí también se sitúa otra de sus obras más conocidas, la Casa Batlló, otro bloque de viviendas que localizamos prácticamente enfrente de la obra que hoy nos ocupa.
Cuando observamos la casa Mila, nos damos cuenta que se cumple una de las características del modernismo, que es la imitación de las formas de la naturaleza. Puestos a comparar podemos decir que la forma ondulada de su fachada y los diferentes tamaños de las ventanas de las casas, todo acompañado del color que tiene la piedra, nos hace pensar en una montaña o una zona de colina con cuevas o huecos de diferentes tamaños, donde vivirían los hombres primitivos, pero en este caso adaptado a una vivienda moderna.
Recordemos que el espacio con el que contaba Gaudí para hacer la obra no era el más adecuado, en parte porque tenía que resolver como componer el edificio en una zona de esquina, pero lo hace perfectamente con este diseño ondulado que como decimos trata de imitar esta forma de colina y cuevas.
Otro de los elementos que son típicos del modernismo es la utilización de nuevos materiales como el hierro, no solamente para los pilares del edificio o para poder elevarlo en altura, como sucede con los rascacielos de Estados Unidos, principalmente en la Escuela de Chicago, que utilizan hierro y acero, sino también para la decoración de la fachada, como podemos observar en los balcones del edificio, que imitando formas de plantas y hojas, estarían realizados en hierro (al igual que ocurría con los de la Casa Batlló) y en diferentes tamaños, ya que tanto las ventanas como los balcones no repiten estructuras sino que parece tener cada uno su propio tamaño y diseño.
Si accedemos a la casa para visitarla, en la azotea encontramos otro de los elementos favoritos del autor, como es el mosaico. La azotea es de perfil sinuoso al igual que la fachada y permite observar algunas de las torres y remates orientales tan del gusto del artista (que el había estudiado por su cuenta mientras realizaba su carrera de arquitecto y que resultan ajenos a la arquitectura española) que incorpora a muchos de sus trabajos.
Como decíamos la Casa Milá ofrece un montón de actividades, no solamente la visita, pero si queremos realizar un recorrido por el interior, observar una de las viviendas con su pertinente distribución, acceder al espacio Gaudí y pasear por la azotea, los precios varían entre los 9€ de los niños entre 7 y 12 años y los 18 euros del adulto, pudiendo adquirirse de forma anticipada en la web de la propia vivienda que os acabamos de facilitar.
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