Este artista madrileño ocupa una posición extraña dentro del arte español de principios del siglo XX, ya que su pintura es muy complicada de encajar en el concepto artístico de las vanguardias que se desarrollan en esos años y ante las cuales Solana aparece como independiente a todo lo que ellas representan.
La tertulia del Café del Pombo |
Se dice que sus imágenes conectan estilísticamente con las ideas de la generación de 1898, aunque en realidad no pertenecen a ella. Sus obras se encuentran más cercanas al expresionismo, con precedentes en las pinturas negras de Francisco de Goya, pero tampoco son expresionistas, sino que tienen un punto decadente que enlaza con el costumbrismo propio de algunos artistas españoles de finales del siglo XIX, quizás con alguna conexión con Ignacio Zuloaga.
Lo cierto es que la pintura de Solana tiene un estilo muy particular y peculiar, completamente diferente a otros artistas. Cuando sus profesores de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando le preguntaban que porqué pintaba de esa manera, él se limitaba a decir: "porque me da la gana". Su pintura no tiene nada que ver con lo que se está haciendo en Europa al mismo momento.
Para trazar una pequeña biografía de Gutiérrez Solana, debemos decir que nació en Madrid en 1886, sus padres eran primos hermanos y quedó obsesionado por la muerte de su hermana María Gloria en 1891, no era un niño que hiciera cosas muy normales, las máscaras le gustaron desde muy pequeño. El desastre colonial del 98 conduce a su padre a la muerte cuando tiene 14 años y consecuencia de ello, su madre, de nombre María Manuela, comienza con trastornos mentales, que terminan en un proceso que le conduce a la locura. Como vemos el ambiente puede influir tanto en su obra como en su forma de pintar. Asistió a la escuela de Bellas Artes de San Fernando y comienza a dar importancia a temas como la muerte, la máscara, el cuerpo frío, el carnaval, beatas, curas, trabajadores, espectadores, suburbios, interiores de cafés, el anonimato. Aficionado a la tertulia, tuvo gran amistad con Ramón Gómez de la Serna, el cual le dedicó uno de sus libros y al que veía semanalmente en el Café del Pombo de Madrid. De esa ciudad saldrá en pocas ocasiones, Paris, Valencia durante la guerra civil, hizo adhesión al régimen de Franco al concluir la guerra y falleció en la capital de España en 1945.
Es un pintor que sabe perfectamente captar el ambiente, su mundo es completamente sórdido, no le interesa el paisaje o la descripción urbana, pero si los tipos, los personajes que se mueven en un ambiente concreto, sin afán ninguno de crítica, sino solo para mostrar y presentar al espectador como actúa esa gente que se mueve en el ambiente madrileño de principios del siglo XX.
Muchas veces nos muestra imágenes de una España negra, escenas de Cristo, corridas de toros, procesiones recorriendo el pueblo, son imágenes de una España tradicional, donde la cultura se mezcla con el dolor y las lágrimas, con la muerte siempre rondando el ambiente.
Solana. La visita del Obispo |
No hay comentarios:
Publicar un comentario