lunes, 11 de febrero de 2013

La nueva realidad. Ver la vida a través de una pantalla

Imagen tomada en el concierto de The Darkness en La Riviera. Madrid

Los hábitos de la gente han cambiado mucho en los últimos 20 años, tanto es así que estamos acostumbrados a ver las cosas a través de una pantalla o dispositivo mucho más que a apreciarlas directamente como se hacía antes.
Muchos desde que nos levantamos hasta la hora de acostar pasamos el día pegados a una pantalla, escribiendo, realizando un trabajo, consultando el correo electrónico, viendo videos, navegando por internet, consultando las novedades de Facebook o simplemente jugando o trasteando con las distintas apps que hemos bajado  al teléfono móvil. Y es que este instrumento ha cambiado por completo la forma de actuar de la mayoría de la gente. 
Antes cuando asistías a un concierto lo más que podías ver ajeno al mismo eran unos mecheros que se habían encendido cuando el grupo cantaba la balada de turno, ahora cuando asistes a un concierto solo puedes ver manos levantadas que lo transmiten a sus amigos o les indican que están allí, grabando video o tomando fotografías que en unos instantes saldrán a la luz publicadas en twitter o en otras redes sociales.
El teléfono móvil (el smarphone) ha conseguido que podamos ver un concierto a través de una pantalla en vez de disfrutarlo directamente y se ha convertido en algo normal, sin que eso plantee ninguna cuestión.
Igual ocurre cuando se visita una exposición, la grabación o las fotografías están a la orden del día (ahora mismo es inútil prohibir la toma de fotografías en cualquier centro de arte que se precie), de manera que el hecho se convierte en un anuncio a los demás de que se está allí y se quiere dejar constancia de ello a través de esa grabación o esa fotografía.
Las redes sociales nos ayudan a conectar con el mundo y también nos privan de libertad, al poder ser localizados en cada momento, pero el deseo de transmitir una información a veces puede más que la privacidad del individuo.
Ya no existe disfrute como entendíamos antes de la naturaleza, sino que la belleza se capta a través de una pantalla y no existe si no está documentada de alguna manera, pudiendo incluso manipularla con programas que ofrecen multitud de filtros que moldean la imagen que estamos viendo a nuestro gusto, añadiéndoles luces y sombras que crean ideales que en realidad no existen, pero que se adaptan mejor a la idea que hemos querido transmitir. Nos ocurre igual que a esas revistas que eliminan las manchas y hacen más delgadas a las modelos que aparecen en sus portadas.
Con lo cual en nuestra vida diaria la pantalla sea del tipo que sea ha pasado a sustituir a la realidad, leemos en pantalla, seguimos las noticias en pantalla y últimamente vemos la realidad a través de una pantalla. Es un hecho sobre el que deberíamos reflexionar y más en un blog dedicado a captar la belleza a través del arte.
Pero indudablemente la única forma de seguir este blog y poder apreciar la belleza de las obras de arte que incluye es a través de una pantalla.
Este texto está inspirado en el artículo "Pantallocracia o fascismo de la imgen" publicado por Javier Panera en la revista art.es número 48-49 paginas 59-65

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