Pintura Románica. San Clemente de Tahull

El conjunto de iglesias del Valle de Boi aportan un bagaje muy importante tanto en arquitectura del primer románico como en pintura, ya que todas las iglesisas se encontraban decoradas en su totalidad, no dejando ninguna parte de la misma sin decorar.

Desgraciadamente algunas de estas pinturas no se han conservado y actualmente no podemos contemplarlas, pero otras partes, en cambio, si y de ellas son de las que vamos a hablar. En concreto la que hoy nos ocupa se encuentra en el Museo de Arte de Cataluña, donde fue trasladada para no sufrir mayores desperfectos, aunque si viajamos a la iglesiá original se puede apreciar u na reproducción en la misma de como quedaría la pintura en su habitaculo original.

Ya hemos hablado en este blog de las caractrísticas de la pintura románica y de la utilización de la técnica del fresco, colorees acuosos sobre una pared humeda preparada a través de cal y arena fina que absorve el color y al secrase adquiere la solidez de la piedra, siendo limitado el tiempo para pintar antes de que se sece, los pintores tenían unas siete horas para poder realizarlo.

En el caso de la Iglesia de San Clemente, la pintura del abside central representa una "miestas domini" es decir un Cristo en Majestad, que se presenta ante los hombres el día del juicio final para separar a los justos de los condenados.

Aparece sentado, dentro de una mandorla, levantando su mano derecha con dos dedos recogidos, en una posición que se encuentra entre la intención de bendecir y la amenza del jiicio. En su mano izquierda sujeta un libro que tiene escrito en la latín "yo soy la luz del mundo".

Al lado de la cabeza del Cristo aparecen dos letras en griego, concretamente la primera y la última del alfabeto, alfa y omega, que significan que Jesús es principio y fin.

A los lados de la mandorla se sitúan los evangelistas, que aparecen con sus símbolos humanos y sus símbolos animales, ya hemos visto como Juan es un águila, Marcos es un león, Lucas es un buey y Mateo es un ángel.

En la parte inferior de la pintura aparece la Virgen María escoltada por los apostoles y también una alusión a la mano creadora.