El tres de Mayo es una pintura que no se entiende sin la que pinto Goya como pareja y que a su lado se encuentra en el Museo del Prado, el dos de Mayo de 1808. Una es consecuencia de la otra, los sucesos del 2 de Mayo tienen como resultado los fusilamientos del 3 de Mayo.
Los madrileños habían salido a las calles el día 2 para evitar la entrada del ejército de Napoleón en Madrid y así lo representa Goya, pero finalmente el ejercito francés se impone y los cabecillas de esa revuelta son fusilados en la montaña de Principe Pio al día siguiente.
Eso es lo que observamos en la pintura, algunos cuerpos yacen muertos en el suelo llenos de sangre, la mayoría de la gente mira horrorizada lo que está sucediendo, mientras unos militares franceses de disponen a disparar a uno de los rebeldes, más iluminado que el resto de la composición, cuya postura recuerda la de un cristo crucificado (aludiendo al sacrificio por España contra el invasor). Los guardias aparecen con la cara tapada ya que a Goya le interesa llamar la atención no sobre una persona sino sobre un sistema (en este caso sobre un país) que ha invadido España y está imponiendo su injusta ley.
El paisaje queda reducido al mínimo porque la escena importante ocurre en primer plano, de hecho da la sensación que Goya intenta taparlo.
La pincelada suelta que utiliza el artista preludia las pinturas negras, podemos notarlo perfectamente en la forma de extender la sangre o bien en los brochazos que tiene la camisa del personaje que va a ser fusilado.
Pese a que los hechos ocurrieron en 1808 Goya pintó estos cuadros en 1815. Hay quien especula que estuvo presente en los fusilamientos guardando la escena en su memoria para pintarla años después.
Lo tenemos en vídeo por si te apetece ver esta opción o más fotografías
Los madrileños habían salido a las calles el día 2 para evitar la entrada del ejército de Napoleón en Madrid y así lo representa Goya, pero finalmente el ejercito francés se impone y los cabecillas de esa revuelta son fusilados en la montaña de Principe Pio al día siguiente.
Eso es lo que observamos en la pintura, algunos cuerpos yacen muertos en el suelo llenos de sangre, la mayoría de la gente mira horrorizada lo que está sucediendo, mientras unos militares franceses de disponen a disparar a uno de los rebeldes, más iluminado que el resto de la composición, cuya postura recuerda la de un cristo crucificado (aludiendo al sacrificio por España contra el invasor). Los guardias aparecen con la cara tapada ya que a Goya le interesa llamar la atención no sobre una persona sino sobre un sistema (en este caso sobre un país) que ha invadido España y está imponiendo su injusta ley.
El paisaje queda reducido al mínimo porque la escena importante ocurre en primer plano, de hecho da la sensación que Goya intenta taparlo.
La pincelada suelta que utiliza el artista preludia las pinturas negras, podemos notarlo perfectamente en la forma de extender la sangre o bien en los brochazos que tiene la camisa del personaje que va a ser fusilado.
Pese a que los hechos ocurrieron en 1808 Goya pintó estos cuadros en 1815. Hay quien especula que estuvo presente en los fusilamientos guardando la escena en su memoria para pintarla años después.
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Eta página web es una pasada.
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