domingo, 21 de julio de 2019

El arte como mercancia

Una vez que se produce el nacimiento de la fotografía, el arte comienza su transformación. La llegada del hecho fotográfico a múltiples hogares a través de retratos (individuales o grupales) o bien de la representación de paisajes, hace que la pintura deba buscar un nuevo papel para continuar con su labor artística si no quiere ser sustituida. 

Asesinato en Ankara del embajador ruso en Turquía. 

Surgirán diferentes movimiento que tratan de dotar al arte de una nueva estructura, buscando en algunos casos la pureza o la esencia del arte, reduciendo sus formas o encontrando en el color la mejor expresión para el desarrollo de esta materia. 
Se trata como decía de el arte por el arte como decía Walter Benjamin, un grupo de inconformistas que se rebelan ante el hecho de entregar el arte al mercado y prefieren agruparse para buscar la esencia del arte. 
Al mismo tiempo Theodor Adorno también habla del arte pero teniendo en cuenta que debe mantener una relación mayor con la sociedad, es decir ser un elemento que estimule a la sociedad, que sea capaz de despertarla de su sueño, pero al mismo tiempo si convertirse en una mercancía. El arte debería hacerse cada vez más complicado, menos democrático. 
Si analizamos estas palabras de Adorno y las aplicamos a nuestra sociedad nos daremos cuenta que nada de lo que él pedía se ha cumplido en realidad. Muchos de los artistas que triunfan o que venden sus obras por grandes cantidades de dinero, o bien que pueblan los museos, han apostado por la simplicidad para llegar al público. Hablamos de los puntos de colores con los que Damien Hirst ha inundado el mercado o bien las instalaciones que Yayoi Kusama va realizando por diferentes museos. Son además exposiciones de éxito, en las cuales el elemento político del cuál hablaba Adorno ha quedado completamente anulado. Ha sido sustituido por la estética del punto y por el color.


Igual podríamos hablar de otros artistas que también están en boca de todo el mundo y cuyos planteamientos artísticos neo-pop dejan mucho que desear. Viven y trabajan para el mercado no para que exista una democratización del arte. Hablamos de artistas como Jeff Koons o bien Takashi Murakami
El arte político, reivindicativo, reflexivo, no está de moda, es un vestigio de un pasado que coincide con el principio de la posmodernidad.
Slavoj Zizek dice que la verdad radica en la exageración y Yayo Aznar Almazán apostilla que cada posición artística por muy radical que nos parezca esconde su parte de verdad . Lo único que es necesario es que el artista tenga esa voluntad de contar una verdad, la que sea, no simplemente puntos, líneas y colores. 

Santiago Sierra. No Global Tour 

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