domingo, 27 de enero de 2019

La escalera dorada de la Catedral de Burgos

Es una de las mejores obras del renacimiento en España situada en la nave de crucero de la Catedral de Burgos. Es una obra realizada posteriormente a la construcción de la Catedral. Burgos es una catedral gótica clásica del siglo XIII, la segunda que se construye en España tras la Catedral de Toledo. Es cierto que la obra de Burgos tuvo fuertes reformas en el siglo XV cuando se añadieron por ejemplo el cimborrio de la Catedral o diferentes capillas que llenaron este edificio de bóvedas estrelladas. 


La zona de la catedral donde se sitúa la escalera tiene que salvar un desnivel de ocho metros entre la puerta de acceso (llamada Portada de la Coronería) y el suelo de la Catedral. Debía existir otra forma de acceso anteriormente a la construcción de esta escalera aunque no sabemos nada de ella.
La obra se encargó a uno de los mejores arquitectos del renacimiento español, se trata de Diego de Siloe hijo de Gil de Siloe, artista de origen extranjero que había trabajado profusamente en la ciudad, con magnificas obras en la Cartuja de Miraflores, donde realizó el retablo y los sepulcros de familiares de la reina Isabel la Católica. 
Diego de Siloe nació y se formó en España, su padre era un artista del final del gótico, pero su hijo ya se encuentra trabajando en pleno renacimiento. Además completó su formación en Italia, lo que le lleva a ser uno de los arquitectos más clasicistas que tenemos en España.

Escalera Biblioteca Laurentina de Miguel Ángel 

Posee obras tanto de arquitectura como escultura, destacando la Catedral de Granada, la Iglesia del Salvador de Úbeda o el Palacio Fonseca de Salamanca, por citar algunas de ellas. Como escultor sabía trabajar los materiales duros como el mármol o el alabastro. 
La obra de la escalera se realizó en torno al año 1520 y tiene semejanzas con obras italianas como la escalera de la Biblioteca Laurenciana que realizó Miguel Ángel en Roma. También Bramante había realizado una escalera en espiral en el Museo Vaticano de Roma. Tiene un tramo recto que se divide en dos tramos a derecha e izquierda que vuelven a juntarse en la parte superior que ya comunica con la puerta. La preciosa barandilla está cargada de adornos de todo tipo, flores, cabezas de ángeles y bichas entre otras cosas. 

Escalera de Bramante. Museos Vaticanos 

domingo, 13 de enero de 2019

El retrato de Inocencio X para niños

Estamos ante uno de los numerosos retratos que pintó el artista sevillano Diego Velázquez a lo largo de su vida, ya que en la corte de Madrid realizó esta técnica no solo con miembros de la familia real sino con nobles e incluso algunos de los bufones que trabajaban en la corte.


Es posible que este retrato esté pintado durante el segundo viaje a Italia que realiza el pintor. Este viaje tuvo lugar entre los años 1649-1651, veinte años después del primero. Su misión era mas que nada diplomática y cultural, aunque no parecía previsto que estuviera dos años en el país transalpino.
En este momento es posible que realizara otros retratos de personajes que se encontraban en la ciudad de Roma. Se ha especulado con la idea de que el Papa Inocencio X tenía dudas sobre la valía de Velázquez como pintor y le hizo presentar otros retratos para apreciar si realmente merecía la pena posar para él. Así se conservan retratos del propio esclavo de Velázquez, llamado Juan de Pareja y que sería pintor del rey una vez que su maestro, mentor y dueño falleciera. También se conserva un retrato que fue adquirido por el Museo del Prado en el año 2003 y que se ha revelado hace poco tiempo como el barbero del Papa, habría sido realizado en ese momento, aunque como digo existen dudas sobre si estos retratos se hicieron con anterioridad o posterioridad al de Inocencio X.
Sea como fuere el Papa, que había conocido a Velázquez en 1625 cuando era Nuncio Papal y viajó a Madrid, posó para él en 1650. Parece que el retrato fue de su agrado pues al verlo terminado exclamó que era "muy realista".
Si pensamos que Velázquez penetra con sus retratos en la personalidad de la persona que posa, quizás con este retrato podríamos afirmar que el Papa da impresión de ser una persona soberbia, muy estricto, poco aficionado a las bromas. Parece que está mirando al espectador por encima del hombro, mostrando en su mano derecha el anillo que le reconoce como Papa. Estamos ante una figura superior y esa es la impresión que debe dar cuando miramos este retrato.
El retrato se encuentra en la Galería Doria Pamphili de Roma que pertenecía a la familia del Papa. 
Comparado con las obras de primera época del artista podemos apreciar que Velázquez en esta época pinta de una manera muy suelta, moviendo excesivamente la muñeca para extender el pincel. Pese a ello consigue un realismo similar al que tenía en sus primeros cuadros donde el detallismo y el realismo fotográfico era parte importante de su trabajo.