domingo, 17 de septiembre de 2017

¿Sabía pintar Pablo Picasso?

Algunas de las personas que observan los cuadros cubistas de Pablo Picasso a veces ponen en duda su capacidad como pintor. Ello es debido a que una de las características del cubismo es la simpleza en la composición de las formas que en muchos casos, las reducen a la mínima expresión. Por ello da la sensación que cualquiera puede repetirlo e reproducirlo sin problema ya que con unas simples líneas podríamos componer una figura u objeto. Pero todo tiene una explicación y de ello vamos a hablar en este post.


Ante la pregunta de si Picasso era buen pintor, la respuesta es que si. Si entendemos por un buen pintor alguien que domina la técnica y que es capaz de representar con realismo personas y objetos colocados en tres dimensiones. Si es así Picasso, como otros muchos artistas, tiene un perfecto conocimiento tanto de las técnica pictórica como de las proporciones de los personajes u objetos representados.
Esto podemos observarlo en algunas de sus obras de primera época. Sus primeros cuadros, que pinta con tan solo 16 años, son un buen ejemplo de dominio de la técnica. Se trata de dos obras de tipo costumbrista que realiza utilizando como modelos a personajes de su familia. Llevan por título "Ciencia y Caridad" y "La primera comunión" y en ellas podemos observar un perfecto uso de la pintura y sus proporciones, al mismo tiempo un realismo casi fotográfico y un detallismo típico de las pinturas costumbristas, que estaban de moda en España en la época en la que Picasso realiza estos cuadros, estamos hablando de una fecha cercana al año 1896. Picasso había nacido en el año 1881.
A partir de el comienzo del nuevo siglo Picassso abandona esta forma de pintar junto con algunas incursiones modernistas para adentrarse en la "etapa azul" que con el paso de los años desembocará en las formas cubistas cuyo primer cuadro fue realizado en el año 1907 con el título de "Las señoritas de Aviñon".


Como decía el cubismo tiene tres características principales, una es la reducción de las formas a líneas bastante simples, otra de ellas sería la eliminación de la tercera dimensión, observando en el cuadro solo ancho y alto, pero no profundidad. Y la tercera es la descomposición de formas y objetos con el fin de que puedan ser observados desde distintos puntos de vista. Todo con la idea de competir con la fotografía, la pintura, en esta ocasión Picasso, quiere ir más allá y ofrecer algo nuevo, completamente diferente, algo no visto hasta el momento y que la fotografía no pueda realizar, porque para hacer un retrato siempre la cámara será más perfecta que la mano del pintor. Pero descomponer una cara, por ejemplo, y observarla desde varios puntos de vista, para la fotografía es imposible porque su punto de vista será único.
Por tanto debemos concluir que Picasso sabía pintar perfectamente, pero que no quería ser un buen pintor más, sino alguien capaz de aportar algo a la historia del arte, un pintor revolucionario, alguien capaz de crear algo nuevo, diferente, algo no hecho hasta ese momento.


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