domingo, 16 de agosto de 2015

El pintor Mark Rothko para niños


Consideramos a Rothko como uno de los grandes pintores abstractos del siglo pasado, aunque él no estaría deacuerdo con esta afirmación ya que sus obras tienen un profundo significado que roza lo metafísico y siempre busca la relación entre el cuadro y el espectador.

Si tratamos de contar una pequeña biografía de Mark Rothko debemos decir que nació en Lituania en el año 1903, aunque la mayoría de su vida y sus desarrollo artístico tendrán lugar en Estados Unidos, país al que se traslada su familia cuando el artista contaba siete años, huyendo quizás de una zona donde las condiciones de vida de una familia judía, como la suya, comenzaban a complicarse.

El interés de Rothko por el arte llega de forma tardía, su familia tuvo dificultades económicas (su padre falleció muy pronto) y todos tuvieron que trabajar para poder sacar a la familia adelante. No será hasta los veinte años cuando comience su vocación artística. De hecho acudió becado a la Universidad de Yale, aunque perdió la beca, pero sus estudios no tenían nada que ver con el campo artístico.

La ciudad de Nueva York será decisiva en su obra y el gran ambiente artístico que se vivía en la ciudad durante esos años, prolongados por el éxito del expresionismo abstracto después de la segunda guerra mundial, representado por las obras de Jackson Pollock.

Una aproximación a las obras más conocidas de Rothko nos lleva a la finalidad con la que el artista los compone, por ejemplo que sus obras son trabajos para reflexionar, tratando de establecer una relación entre las obras y el espectador. Son trabajos que aluden a la inmensidad del universo y la pequeñez del ser humano, se trata de un espacio de dimensiones inabarcables, donde lo religioso se hace presente. Rothko pertenece a una generación de artistas que tratan de introducir a través de sus obras la filosofía oriental, concretamente el budismo, ellos daban mucha importancia al vacío, algo que estaba en el ambiente en el cual se desarrollan las obras de Rothko.

Para tener una mejor relación con la obra Rothko pensaba en la mejor manera de colocar sus cuadros, le gustaba personalmente que el punto de vista de la obra fuera bajo. Las obras no tenían marco y prefería una iluminación natural a artificial, ya que esta última hacía perder algunos de los matices de la multitud de colores en gradación utilizados en sus obras.

Rothko no se consideraba un artista abstracto, ya que eso no era lo importante para él sino aquellas emociones que pudieran extraerse de la contemplación de sus obras, emociones humanas como el miedo, la inmensidad, el extasis, el destino, la tragedia. Rothko decía que “la gente que llora delante de mis cuadros vive la misma experiencia religiosa que yo sentí al pintarlos. Si usted solo se fija en el color y sus relaciones, se le escapa lo decisivo”.

Los colores utilizados por Rothko en sus obras van cambiando según va avanzando su vida, al final se volverán bastante grises y oscuros fruto de una profunda depresión que le llevara al suicidio, cosa que sucedió el 25 de febrero de 1970, con él se pierde uno de los grandes artistas del siglo XX.

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