Consideramos
a Rothko como uno de los grandes pintores abstractos del siglo
pasado, aunque él no estaría deacuerdo con esta afirmación ya que
sus obras tienen un profundo significado que roza lo metafísico y
siempre busca la relación entre el cuadro y el espectador.
Si
tratamos de contar una pequeña biografía de Mark Rothko debemos
decir que nació en Lituania en el año 1903, aunque la mayoría de
su vida y sus desarrollo artístico tendrán lugar en Estados Unidos,
país al que se traslada su familia cuando el artista contaba siete
años, huyendo quizás de una zona donde las condiciones de vida de
una familia judía, como la suya, comenzaban a complicarse.
El
interés de Rothko por el arte llega de forma tardía, su familia
tuvo dificultades económicas (su padre falleció muy pronto) y todos
tuvieron que trabajar para poder sacar a la familia adelante. No será
hasta los veinte años cuando comience su vocación artística. De
hecho acudió becado a la Universidad de Yale, aunque perdió la
beca, pero sus estudios no tenían nada que ver con el campo
artístico.
La
ciudad de Nueva York será decisiva en su obra y el gran ambiente
artístico que se vivía en la ciudad durante esos años, prolongados
por el éxito del expresionismo abstracto después de la segunda
guerra mundial, representado por las obras de Jackson Pollock.
Una
aproximación a las obras más conocidas de Rothko nos lleva a la
finalidad con la que el artista los compone, por ejemplo que sus
obras son trabajos para reflexionar, tratando de establecer una
relación entre las obras y el espectador. Son trabajos que aluden a
la inmensidad del universo y la pequeñez del ser humano, se trata de
un espacio de dimensiones inabarcables, donde lo religioso se hace
presente. Rothko pertenece a una generación de artistas que tratan
de introducir a través de sus obras la filosofía oriental,
concretamente el budismo, ellos daban mucha importancia al vacío,
algo que estaba en el ambiente en el cual se desarrollan las obras de
Rothko.
Para
tener una mejor relación con la obra Rothko pensaba en la mejor
manera de colocar sus cuadros, le gustaba personalmente que el punto
de vista de la obra fuera bajo. Las obras no tenían marco y prefería
una iluminación natural a artificial, ya que esta última hacía
perder algunos de los matices de la multitud de colores en gradación
utilizados en sus obras.
Rothko
no se consideraba un artista abstracto, ya que eso no era lo
importante para él sino aquellas emociones que pudieran extraerse de
la contemplación de sus obras, emociones humanas como el miedo, la
inmensidad, el extasis, el destino, la tragedia. Rothko decía que
“la gente que llora delante de mis cuadros vive la misma
experiencia religiosa que yo sentí al pintarlos. Si usted solo se
fija en el color y sus relaciones, se le escapa lo decisivo”.
Los
colores utilizados por Rothko en sus obras van cambiando según va
avanzando su vida, al final se volverán bastante grises y oscuros
fruto de una profunda depresión que le llevara al suicidio, cosa que
sucedió el 25 de febrero de 1970, con él se pierde uno de los
grandes artistas del siglo XX.
No hay comentarios:
Publicar un comentario