domingo, 27 de abril de 2014

El papel del público dentro del sistema del arte

Uno de los agentes mas importantes que participan dentro del sistema del arte es el público que asiste a las exposiciones y actividades culturales programadas por los Museos y Centros de Arte. En este blog ya hemos hablado del papel de otros agentes como por ejemplo el papel del curator o de una galería de arte.

Colas a la puerta del Museo del Prado en Madrid

Creo que fue el profesor Castro Flórez el que comparaba la asistencia a los museos con las personas que asistían a una iglesia, ya que normalmente el silencio que podemos encontrar en la sala, la distancia reverencial que existían entre las obras y las personas o las imágenes que requieren devoción y que podemos contemplar en obras como el Guernica de Picasso o las Meninas de Velázquez.
Pero en el momento actual el público ha sufrido una transformación en lo que se refiere a su actividad dentro del Museo. Hace tiempo, como indicaba Kant, el público se dedicaba a la contemplación de las obras. Pero en la actualidad se le exige una mayor participación, una reacción ante las obras y las cuestiones o actitudes que estas nos plantéan.
Antiguamente se mezclaban diferentes términos en los cuales primaba el encuentro con la belleza contemplativa, nos referimos a componentes como idealismo, espiritualismo, quietud, serenidad, paz interior, palabras que en la actualidad quedan un poco desfasadas.
En la actualidad tendríamos dos vertientes para el comportamiento del público:

  1. El turismo de masas nos impide una contemplación con la quietud requerida, sustituyendo la contemplación de la obra por una fotografía que indique a sus amigos que esa persona estuvo allí. Pensemos por ejemplo en la gran cantidad de gente que a diario se arremolina alrededor de la Gioconda en el Museo del Louvre de París y como para llegar a contemplar la obra tienes que traspasar cuerpos y cámaras que te impiden una contemplación activa y en detalle de la obra.
  2. La nueva actitud del arte requiere una participación activa del espectador, una reflexión y un análisis de la ora. Una actitud diferente de la contemplativa, más activa frente al simple disfrute de la obra.
Con todo ello el público se cuenta en números y aunque a veces no quieran reconocerlo los números, en muchas ocasiones cocinados y engordados, son muy importantes para los museos, porque es la carta de presentación antes los dueños institucionales. El éxito de una exposición se puede medir por las colas que ocasiona, pensemos que a mayor cantidad de público es posible atraer mas patrocinadores para el evento o para futuras exposiciones. Este hecho, aunque no nos parezca relevante, influye a la hora de programar una exposición. Otros agentes del sistema del arte como curators, críticos o artistas se ven implicados en este punto.
Por otra parte la mayoría de los responsables culturales se creen en la obligación de cumplir con la obra de caridad que indica que hay que enseñar al que no sabe, por ello encontramos en los museos cartelas y vinilos didácticos que nos ayudan a interpretar aquello que tenemos delante. El espectador debe encontrar una respuesta a las cuestiones que las obras le plantean, bien sean históricas o relativas al comportamiento y la ética contemporánea. No nos olvidemos que el público es al mismo tiempo votante, la mayoría de museos son institucionales, y comprador de recuerdos sobre la exposición que acaba de visitar.

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