Hace poco más de un mes, durante la Feria de ARCO, el artista madrileño Eugenio Merino, presentó en la Galería ADN de Barcelona una escultura que tuvo cierta polémica. No es la primera vez que le ocurre al artista, ya que las imágenes que ha presentado en esta Feria nunca han dejado al público indiferente, generando en ocasiones un gran debate o ciertas denuncias de sectores que veían afectado su honor. Este año amenazó con la denuncia la Fundación Francisco Franco.
Quizás debamos fijarnos más en el mensaje que tiene la obra que en la belleza de la misma. La belleza estética no es tan importante en el arte contemporáneo como la idea que trata de transmitir. Un menaje que cree debate, que sea capaz de llevar al público a una reflexión sobre un tema concreto.
Eso no quita que Eugenio Merino sea un gran escultor, que practica una técnica hiperrealista que roza la perfección, con detalles que nos dejan sorprendidos, como las manos del personaje que nos ocupa o de otras obras del artista, que lo colocan en la vanguardia de este tipo de obras, en la linea de Ron Mueck o Evan Penny.
Ahora, ¿como explicamos la obra de Eugenio Merino?. Presenta una imagen del general Francisco Franco metido en una nevera de coca-cola. Visto así no tiene mayor trascendencia. Pero tras los últimos acontecimientos sucedidos en España la figura nos lleva a cierta reflexión. La imagen de Franco se ha utilizado de forma partidista por detractores y partidarios, sacando su recuerdo cuando ha sido necesario y escondiendolo cuando interesaba. No tenemos más que pensar en todas las cuestiones relativas a la memoria histórica y el tratamiento que ha tenido durante los últimos años de la etapa socialista, con jueces estrella muy implicados en este tema.
Así Merino nos planeta una imagen de Franco que se saca de la nevera cuando se necesita e igualmente se vuelve a meter cuando no interesa su uso. Ahí radica el debate o la reflexión que el público debe hacer cuando se enfrenta a ella. Una ironía que marca la mayoría de su obra no exenta de crítica de los comportamientos de la sociedad en este y otros casos.
Quizás debamos fijarnos más en el mensaje que tiene la obra que en la belleza de la misma. La belleza estética no es tan importante en el arte contemporáneo como la idea que trata de transmitir. Un menaje que cree debate, que sea capaz de llevar al público a una reflexión sobre un tema concreto.
Eso no quita que Eugenio Merino sea un gran escultor, que practica una técnica hiperrealista que roza la perfección, con detalles que nos dejan sorprendidos, como las manos del personaje que nos ocupa o de otras obras del artista, que lo colocan en la vanguardia de este tipo de obras, en la linea de Ron Mueck o Evan Penny.
Ahora, ¿como explicamos la obra de Eugenio Merino?. Presenta una imagen del general Francisco Franco metido en una nevera de coca-cola. Visto así no tiene mayor trascendencia. Pero tras los últimos acontecimientos sucedidos en España la figura nos lleva a cierta reflexión. La imagen de Franco se ha utilizado de forma partidista por detractores y partidarios, sacando su recuerdo cuando ha sido necesario y escondiendolo cuando interesaba. No tenemos más que pensar en todas las cuestiones relativas a la memoria histórica y el tratamiento que ha tenido durante los últimos años de la etapa socialista, con jueces estrella muy implicados en este tema.
Así Merino nos planeta una imagen de Franco que se saca de la nevera cuando se necesita e igualmente se vuelve a meter cuando no interesa su uso. Ahí radica el debate o la reflexión que el público debe hacer cuando se enfrenta a ella. Una ironía que marca la mayoría de su obra no exenta de crítica de los comportamientos de la sociedad en este y otros casos.
Sí, ví la obra en los informativos y todo el debate que generó. Siempre que hay una obra de estas características me planteo si está en los museos de arte contemporáneo y las ferias como obra de arte o como "reclamo publicitario" para el artista, para que hablen de él, para bien o para mal. Desde luego, la técnica del hiperrealismo de las figuras en increíble. Por cierto, Eugenio Merino es también el autor de una obra que generó mucha polémica, en la que aparecían un rabino, un sacerdote y un musulmán (creo)?. Un saludo. Ana Isabel.
ResponderEliminarHola Ana Isabel, gracias por tu mensaje. Es cierto que el artista ha tomado un rol en ARCO que le "obliga" a llevar una obra que llame la atención de los medios y la prensa. Como tu dices el año pasado su obra sobre las religiónes causó bastante problema.
ResponderEliminarSi te puedo decir que las dos se vendieron, así como otras que ha llevado en años anteriores a la feria (Fidel Castro Zoombie, Damient Hirst pegandose un tiro), por cantidades bastante altas.
Me quedo más con la reflexión que con el escandalo mediático.
Un saludo