Juan de Valdés Leal. El sacrificio de Isaac |
Continuamos con nuestra serie de Historias de la Biblia para niños de la que ya hemos visto varios temas como por ejemplo José vendido por sus hermanos.
Uno de los más populares de toda la historia del arte es el sacrificio de Isaac, entre otras cosas porque se toma como precedente de lo que le sucedió a Jesucristo como sacrificio de Dios para abrir las puertas del cielo y crear una nueva alianza con los hombres.
El padre de Isaac, Abraham ya era viejo cuando tuvo a su hijo, su madre Sara era una anciana la cual se pensaba que era estéril, por ello a Abraham se le entregó a una esclava de nombre Agar para que tuviera un hijo de nombre Ismael, que al nacer Isaac fueron expulsados del campamentos dando origen a la saga de los ismaelitas, que tendrán mucho que ver en el profeta Mahoma.
El caso es que aunque muy tarde Sara dio a luz a Isaac, pero Dios quiso poner aprueba a Abraham y un día siendo Isaac un joven, le ordenó que tomara a su hijo y se lo ofreciera en sacrificio. Con una gran pena por la prueba de fe que le imponía el Señor, Abraham se dispuso a cumplir la voluntad de Dios (pese a que este le había prometido que su descendencia sería tan grande como las estrellas del cielo), recogió madera y ayudado por su hijo se dirigieron a un monte para contemplar el sacrificio. Según iban subiendo Isaac le preguntaba a su padre que les faltaba un cordero para poder hacer el sacrificio y Abraham le contestaba que Dios proovería.
Llegados a la parte alta prepararon el altar y llegado el momento Abraham agarró a su hijo y diciéndole que tuviera confianza en Dios, tomó un cuchillo para realizar el sacrificio. Cuando se disponía a bajar el cuchillo de repente se oyó una voz que instaba a Abraham a detenerse, mientras un ángel le sujetaba la mano para que no bajara el cuchillo.
El ángel le hizo ver que era suficiente, que Dios había visto de lo que era capaz de hacer por él y que en su lugar podía sacrificar un cordero que apareció detrás de una zarza.
Como decíamos es un tema muy popular por la idea de que Dios envía a su único hijo como sacrificio para salvar a los hombres, por eso se le representa constantemente como un cordero. Por ello son numerosas las representaciones del tema, tanto en pintura como en escultura. Suele representarse el momento en que Abraham ( un hombre muy anciano) levanta el cuchillo para sacrificar a su hijo y un ángel se lo impide o en otros casos es solamente una mano. Al mismo tiempo se puede contemplar un cordero que sale de entre unas zarzas y que servirá para el posterior sacrificio.
Lucas Jordan. El sacrificio de Isaac |
Caravaggio. El sacrificio de Isaac |
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