miércoles, 22 de octubre de 2025

La banalización del arte: Una mirada Crítica al kitsch y al Museo

La Banalización del Arte: Una Mirada Crítica al Kitsch y al Museo

La filósofa Chantal Maillard nos invita a una profunda reflexión sobre la degradación del valor artístico y estético en la cultura de la globalización. La obra aborda cómo la banalización se produce al descontextualizar objetos, gestos o comportamientos, haciendo que pierdan su significado y valor originales para adquirir uno nuevo en un ámbito diferente. Este proceso es la esencia de lo que hoy se entiende por kitsch.

Ideas Clave del Libro

  • El Kitsch como Categoría Moral y Cultural: Lo kitsch no es solo un objeto, sino un modo de vivir y un espíritu que impregna todo. La cultura de la globalización es vista como una cultura kitsch que simplifica, estereotipa, serializa y devuelve trivializado todo lo que fagocita. Históricamente, el kitsch se institucionalizó en el siglo XIX (con el Art Déco como ejemplo) al sustituir lo "bello" y austero por lo "agradable" y la cualidad de aliar utilidad con agrado de las formas.

  • La Colonización de la Mirada Estética: Maillard critica la institución del museo, que nació para "hacer el arte", transformando objetos con una finalidad concreta (ritual, material) en objetos cuya única finalidad es ser contemplados. La mirada estética crea un marco que sacraliza el objeto. El "conservador" del museo, más que objetos, preserva un "vínculo metafísico" y el símbolo de un orden acordado por los vencedores, un patrimonio nacional.

  • La Obra de Arte y la Demora: Citando a Gadamer, la obra de arte invita a la demora. Si el espectador es llevado de inmediato a interesarse solo por el tema o la idea, sin detenerse en la obra misma, puede que no se trate de arte, sino de un signo o propaganda, cuyo fin es desviar la atención hacia el objeto que señala. El arte de vanguardias, por ejemplo, tenía como referente el concepto de Arte mismo, buscando que la atención se centrase en el "cristal de la ventana" en vez del paisaje.

  • El Origen de la Belleza y el Azar: El concepto occidental de lo bello (bellum) tiene su raíz en el diminutivo de lo "bueno" (bonum). Para los griegos antiguos, algo kalos (bello) significaba que estaba "bien compuesto" o convenientemente ensamblado. Por otro lado, la autora explora el concepto de azar (zahr, palabra árabe para "flor" o "dado") en Occidente como un eufemismo de nuestra ignorancia. En los ready-made de Duchamp, el referente mismo de la obra es el azar con el que fueron escogidos, convertido en "azar en conserva".

Conclusión

Maillard nos recuerda que, en sus inicios, la poesía tenía una función política como forjadora de mitos para la cohesión social. Al rastrear el origen de estos conceptos, desde Platón desterrando a Homero para imponer la razón hasta la fe(fides) como promesa y seguridad para el pueblo, la obra nos exige repensar qué consideramos arte y qué valores culturales estamos perpetuando.

miércoles, 20 de abril de 2022

¿Cómo ser un artista contemporáneo?

 En el día de hoy vamos a plantear qué significa ser un artista contemporáneo y si todas las obras que se ofrecen al mercado o bien aquellas que se crean podrían ser calificadas como contemporáneas o bien deben tener otra acepción que calificaríamos como tradicional o bien clásica, dependiendo de la temática utilizada o bien por la técnica empleada para la creación. 

Todo esto viene a cuento de un reportaje donde se referían a un imaginero contemporáneo como una de las cumbres de este arte. Pero para ello debemos analizar qué significa ser contemporáneo y darnos cuenta de que realizar en este momento una imagen de Cristo Crucificado o bien de Cristo portando la Cruz no significa que seas un artista contemporáneo sino un artista tradicional que o bien repite modelos tal vez intentando cambiar algunos aspectos que tienen pocas variaciones con la iconografía tradicional. De todas maneras algo parecido podríamos decir sobre la representación de algunos temas tradicionales como paisaje, bodegón, retrato y otros muchos más. 



No cabe duda que contemporáneo lleva inscrito en la propia palabra que vive con su tiempo. Yo soy contemporáneo en este mismo momento, negarlo sería mentir. La palabra incluye tempus en su definición que alude al tiempo en el que se está viviendo. Ser y tiempo son dos conceptos que juntó Heidegger en uno de sus más famosos escritos. En este sentido todos somos contemporáneos, vivimos el presente, el aquí y el ahora, en la fecha y año en el que todavía permanecemos vivos. Caminamos con el tiempo para así percibir aquello que ocurre a nuestro alrededor, a todos los niveles, político, social y por supuesto artístico. 

Nuestro tiempo está cargado de luces. El ser humano, en su progreso,  ha sido y está siendo capaz de conseguir unos avances a todos los niveles que no habrían sido imaginados hace años. Las luces que nuestro tiempo es capaz de generar nos deslumbran, son como un coche que por la noche se acerca a nosotros con las luces largas, se le ha olvidado cambiar a las luces cortas o de posición y nos invita a estar más atentos a lo que sucede hasta que pase delante de nosotros porque deslumbrados no somos capaces de fijarnos en las líneas de la carretera, ni en los vehículo que vienen detrás, ni en nada que no sea esa luz cegadora que nos atrae y puede provocar una desgracia si no actuamos con prudencia. 

Pero Giorgio Agamben nos dice que ser contemporáneo significa mantener la mirada fija en el tiempo para en ese mismo tiempo ser capaces de percibir las luces que nos transmite, pero también la oscuridad que aparece alrededor o detrás de la luz. Porque es cierto que los avances deslumbran, sugieren, hacen la vida más cómoda, invitan por supuesto a consumir, pero cualquier momento contemporáneo tiene sus aspectos de oscuridad. Por decirlo de otra manera, sus problemas, sus debates sin resolver, su mirada a un futuro que no parece resuelta, su legado que debemos construir entre todos y cada uno de los que estamos presentes, de los que somos en la actualidad. 

Agamben nos dice que contemporáneo es aquel que sabe ver la oscuridad, aquel que está en condición de escribir humedeciendo la pluma del presente.

Luces y oscuridad caminan juntas pero hay que saber distinguir una otra, cegados por una podemos no ser capaces de descubrir la otra, pero será labor del contemporáneo afanarse en escudriñar todo aquello que se encuentre tras la luz para descubrir su tiniebla, en especial su oscuridad, que no se separa de la luz, pero que, pos supuesto, es diferente a ella. 

Vamos a intentar pasar este mensaje a lo artístico, pero lo primero que necesitamos es que la obra sea capaz de transmitir un mensaje, porque sino se viene abajo todo el planteamiento. Podemos pensar que la obra es bella desde el punto de vista tradicional, pero sin contenido queda completamente vacía, podrá proporcionar un momento de placer, si queremos, estético, aunque se supone que al arte se le demanda algo más que una naturaleza muerta, un bonito paisaje o un hiperrealista retrato. 


Así que partamos de que la obra debe incluir un espíritu del cual nos habla Theodor Adorno en su teoría estética. ¿No será labor del artista desvelar en su obra los aspectos de oscuridad que tiene su tiempo para poder ser calificado como artista contemporáneo? Quizás la pregunta sea demasiado directa y nos lleve a cuestionarnos cuál es el papel que tiene un artista en la sociedad y si debe tener un papel concreto o no cumple ninguna función.

Quiero pensar que sí lo hace, que tiene una utilidad, pero no aquella que se encarga de la belleza, porque desbordados por lo kitsch puede que no sea capaz de competir con esos envoltorios que rodean a los productos de consumo.

Así que puestos a buscar un papel para el arte contemporáneo podemos otorgarle la capacidad de ser el descubridor o bien el inductor de transmitir los aspectos de oscuridad que nos ofrece nuestro devenir diario, posiblemente porque sea posible otorgarle una mejor capacidad de interpretación a través de unas imágenes que sean capaces de distinguirse de la vorágine social y publicitaria que nos rodea. 

La luz trata de imponerse en todo momento, nos embauca, no nos invita más que a contemplar. La oscuridad por su parte tiene un tipo de cometido distinto que incluye el poder pensar o reflexionar sobre algo concreto. Debemos como dice Agamben ser puntuales con una cita a la que no podemos faltar, la luz se dirige hacia nosotros pero también nos aleja infinitamente de los aspectos de oscuridad que deben ser puestos encima de la mesa, porque la mayoría de las veces no interesa que se hable de ellos. 

Construir un futuro mejor es labor de todos, algunos por la razón que sea renunciaron hace tiempo a ello y deslumbrados por la luz parecen seguirla como si de una divinidad se tratara, ahora el contemporáneo es aquel que es capaz de agarrar a su tiempo por la pechera y es capaz de transformarlo poniéndolo en consonancia con otros tiempos, leyendo de una manera inédita la historia, buscando una respuesta a muchas de las sombras que se plantean.


viernes, 8 de abril de 2022

Volodomir Zelensky y el Guernica

 El presidente de Ucrania ha intervenido en varios de los parlamentos de países democráticos para explicar la situación de su país tras la invasión rusa y pedir ayuda para repeler esta ocupación a todas luces ilegal.

En cada uno de estos lugares ha hecho alusión a un hecho histórico relacionado con el país en cuestión que haya sido referente de un ataque que ha causado trauma en la población del lugar al que se dirige. Por ejemplo en Estados Unidos aludió a Pearl Harbor o en Japón a la bomba de Hiroshima.

Había cierta intriga por saber qué episodio histórico escogería en España para comparar la situación que se está viviendo en estos momentos en su país. Podía haber aludido a la ocupación francesa, cuando Napoleón en el año 1808, con la excusa de cruzar a Portugal, invadió España. Una situación de la que da cuenta perfectamente Francisco de Goya en sus cuadros del 2 y el 3 de Mayo de 1808. Pero no fue así.

El tema de la guerra civil es sensible en el país, aunque ya hayan pasado casi 100 años del mismo. El caso es que Zelenski aludió a Guernica, cosa que algunos nostálgicos de la ultraderecha ha  visto con malos ojos. Pero aparte de ideologías deberíamos tener en cuenta dos cosas que son semejantes a la situación que vive ahora Ucrania. Primero es que el Guernica no es el símbolo de uno de los bandos sino que se ha convertido en un símbolo mundial de la paz. Fue creado para que la gente en el extranjero se diera cuenta del horror que estaba viviendo España en ese momento.

La segunda cuestión es que ese bombardeo representa uno de los primeros que se hace sobre población civil sin avisar entes, coincidiendo además en un día de mercado que se celebraba en la ciudad. El número de víctimas (pese a la propaganda) debió de ser alto porque mucha gente no estaba preparada para protegerse del mismo al no ser avisados. Esta táctica que será de uso común en la segunda guerra mundial comienza a experimentarse en España durante la guerra civil y Guernica es uno de sus escenarios. Así que dejando fuera las ideologías la población civil es inocente, eso no requiere discusión. 

Así que puestos a pensar la comparación es buena y acertada porque el dolor de una guerra no entiende de bandos y las víctimas son siempre inocentes que se ven envueltos en las luchas de otros con los que muchas veces, no tienen nada que ver. 


jueves, 7 de abril de 2022

Las NFT son un blufff

 Hace unos días pudimos leer una información en la página web de Xataka que decía que las NFT han perdido un tercio de su valor. Es decir que ya no valen nada comparado con los precios que tenían hace unos meses.

Lo cual viene a confirmar que las NFT con un bluf. Tras un arranque espectacular donde mucha gente pensó que podía hacerse rica gracias a la revalorización de estas imágenes, resulta que el valor que tienen ahora mismo es mucho menor que la compra que se hizo de ellas.

Por ejemplo si adquirirse una imagen por un valor de 200 euros el precio actual puede ser de 27 o 30 euros, como vemos solo un 10% del valor que tuvieron en el momento de salir al mercado. Algunas pueden mantenerlo o perder algo menos pero lo cierto es que parece que a las NFT le ha pasado lo mismo que a la web Second Life, que comenzó con muchos bríos a principios del siglo XXI para perder todo su potencial en muy poco tiempo. 

Solo los listos que hayan sabido aprovechar el momento habrán hecho algo de dinero, el resto lo han perdido de forma estrepitosa. No parece que haya opción para la recuperación. 

Hay que apuntar un par de cuestiones en torno a este tema. La primera tiene que ver con la saturación del mercado que ha llevado a que todo el mundo quisiera sacar tajada de algo que en realidad no la tenía. En segundo lugar la dificultad y la volatilidad del mercado de criptomonedas ha llevado a muchas personas se sientan frustradas en el proceso. 

Precaución es la palabra que debemos utilizar para todo este tipo de procesos. Es muy difícil alterar el sistema tradicional del arte. Las NFT apuntaron a ello, pero en mi opinión han quedado en un bluf que no tiene visos de recuperar el potencial ni el animo del principio.

Espero tu opinión 😙.  

jueves, 30 de diciembre de 2021

El polémico arte conceptual. Definición y orígenes

 Debemos partir de la base de que el arte conceptual no es un arte más en la línea de tiempo que va marcando los diferentes estilos artísticos, sino que se trata de una nueva forma de definir el arte que hasta ese momento se había producido. Existe una doble relación en las obras, por un lado lo sensual, por otro lado lo conceptual, el éxito estará en ser capaz de unir ambas en un mismo resultado. 

El arte conceptual lo que hace es cuestionar la experiencia estética del objeto, lo visual como experiencia estética no es lo único que se valora en la obra de arte, lo visual cuenta pero pasa a un segundo plano. 

La mirada por tanto deja de ser relevante en la contemplación del objeto. El arte conceptual supone un ataque a la representación artística tradicional. 

Hay dos áreas que hasta ese momento no se habían tratado de juntar pero que el arte conceptual se encarga de unir, por un lado tendríamos al tradicional campo de la producción artística y por otro lado tenemos el amplio campo de la filosofía. Se produce arte pero dentro del ámbito de la filosofía, lo que convierte al artista no solo en un creador sino también en un intelectual capaz de adaptar cuestiones filosóficas al ámbito artístico. Y no vale cualquier visión sino una que sea capaz de convencer a los que puedan programar, criticar y visitar ese trabajo. 

Es decir la obra de arte pasa a tener una autoridad cultural de la que había carecido hasta ese momento porque sus pretensiones eran otras. Pensemos que esta nueva concepción artística también lleva a replantearse el papel de la crítica de arte y en concreto el de la estética que también acepta la filosofía para transformar al crítico en un observador cultural de los fenómenos contemporáneos y como extraer estos fenómenos a través de las obras que contempla. 

Así que, como podemos observar, el ámbito filosófico adquiere gran importancia desde los años 60 a la hora de configurar un significado a la obra de arte. Ya no basta o mejor, ya no es necesaria una representación agradable, sino que la valoración de la obra requiere de una explicación filosófica coherente y cargada de significado, incluso con capacidad de prevalecer en el tiempo. 




En sus inicios el arte conceptual está muy unido a la filosofía analítica que tuvo en un gran desarrollo en países como el Reino Unido o Estados Unidos. Tenemos a un creador que se centra en el uso de las palabras y el significado o sentido que estas puedan proporcionar a aquello de lo que se está hablando. Un creador que ha dejado de ser un profesional con dominio de la técnica para convertirse en un intelectual riguroso. Más intelectual que crítico ya que su labor no es emitir un juicio sobre el significado de la obra sino plantear ese juicio a los que sean capaces de contemplarla. 

El inicio del arte conceptual podemos fecharlo en el año 1967 con diferentes parrafos dedicados al tema por el artista Soll Lewitt en el año 1967. En ellos nos habla de una producción artística no basada en los objetos sino más bien en la toma de decisiones, el objeto en este caso pasa a ser un elemento secundario porque la explicación de la obra habla por sí misma. Así que las obras objetuales pasan a un segundo plano porque lo importante es el concepto y este aparece ligado al lenguaje. El material ya no es la tela, el lienzo, la madera o el hierro sino que es el lenguaje. 

Joseph Kosuth se considera el padre del conceptualismo. Parte de las obras de Marcel Duchamp para revisarlas desde un punto de vista lingüístico. De esta manera extiende el giro linguistico que la filosofía había tomado después de la segunda guerra mundial y lo aplica al campo de la producción artística de una forma rigurosa. 

Kosuth en 1969 decía que ser artista significa cuestionar la naturaleza del arte, la función del arte que como una pregunta surge por primera vez con los trabajos que había realizado Marcel Duchamp en la segunda década del siglo XX. El acontecimiento que hizo posible que los artistas fueran capaces de hablar en otro lenguaje fueron los primeros ready made de Marcel Duchamp. Con el ready made el arte cambia su enfoque y el lenguaje pasa a ocupar un papel de suma importancia en la obra. Este cambio supone para Kosuth, el principio del arte moderno y el inicio del arte conceptual. Todo arte después de Duchamp es conceptual porque solo existe conceptualmente. 

Los escritos de Kosuth fechados en el año 1969 no solo se plantean el trabajo de Marcel Duchamp décadas atrás sino también cuestionar la naturaleza del arte. Pasamos de preguntarnos si ese tipo de representaciones son artísticas para afirmar de forma rotunda que sí, que pueden ser consideradas como arte.



 

Lo cierto es que a partir de ese momento se empieza a percibir como artístico el hecho conceptual. Las obras de Duchamp aparecen expuestas en diferentes instituciones. El rechazo que hasta entonces habían sufrido se torna en aceptación, donde la provocación no deja de jugar un papel importante a la hora de cuestionar al espectador y requerir por su parte una aceptación. No deja de ser un movimiento de rechazo al tipo de pintura americana que había surgido en oposición al expresionismo abstracto y que se habría camino a través de diferentes manifestaciones, algunas ligadas al arte pop, otras al hiperrealismo y otras al minimalismo. 

Para Joseph Kosuth en su obra “Art after philosophy” el arte conceptual es un arte que reconoce que la condición artística que tiene el arte es un estado conceptual, es decir que los objetos son conceptualmente relevantes para la condición del arte. Es un arte cuya intención es claramente conceptual. De forma más específica se podría decir que la filosofía fue el mediador evanescente en la transición desde el conceptualismo débil o inclusivo y ontológicamente ambiguo de Soll Lewitt  a la conceptualización  genérica, o al status Post conceptual del arte desde mediados de los 70. 


domingo, 27 de junio de 2021

Filosofía analítica y Joseph Kosuth

Ayer tuve la oportunidad de ver en directo una de las obras clásicas del que podríamos considerar el principal teórico del arte conceptual. Fue en el Museo Helga de Alvear de Cáceres, un edificio inaugurado hace poco tiempo, que viene a aportar algo de luz al oscuro destino extremeño abandonado en un estío artístico contemporáneo que dura ya demasiado tiempo. 

La obra consiste un un cuadrado blanco y otros tres cuadrados que incluyen definiciones tomadas del diccionario de diferentes palabras que, en realidad, forman parte de lo que podemos ver en el cuadro.

La conexión del arte conceptual con la filosofía analítica es muy grande. Se trata del sentido que damos a las palabras y qué es lo que con ellas queremos expresar. Cuál es su sentido, indagando en la profundidad de su significado para así comprender un poco mejor cuáles han sido las intenciones del artista. Indudablemente el análisis de cada una de las palabras puede llevarnos por unos derroteros inesperados, desconocidos, desafiantes e interesantes (quizás en el sentido que a esta palabra daba Rosenkaranz cuando decía que interesante es aquello que sí presenta una contradicción). Ahora mismo con esta última palabra ya estamos jugando con aquello que intentamos describir.


No cabe duda que el análisis de las palabras es, en ocasiones, complicado y digno de dedicación. Quiero recordar las dificultades que existen para la traducción de la palabra Unheimliche del alemán, que en español se ha traducido como siniestro u ominoso, pero que en otros idiomas adquiere una significación diferente. La propia palabra alemana en sí tiene un sentido que alberga su significación y la contraria en su propia acepción. Cuando catalogamos algo como siniestro podemos remitirnos a la definición que hacía Freud, es decir algo que era familiar y debía permanecer oculto, pero que se ha revelado y al salir a la luz, es capaz de crear esa sensación. Quizás queremos darle este sentido pero tiene también otros que conviene aclarar a aquella persona que se decida a leer el porqué podemos calificar una obra de arte como siniestra.

Volvamos al trabajo de Kosuth, tenemos pues un cuadro blanco colgado en la pared. Y tres cuadrados con definiciones tomadas del diccionario. En ellas (en inglés) podemos leer las acepciones de tres palabras. También los diferentes sentidos que estas palabras puedes adquirir. En primer lugar white, es decir blanco. En segundo lugar wall ósea muro, recordemos por ejemplo que no es lo mismo el muro blanco de un museo que el muro de una casa o el muro defensivo que rodea una fortificación. En tercer lugar la última palabra es plaster que podríamos traducir como yeso, aunque estoy firmemente seguro que puede tener otras acepciones. Yeso tiene el emplasto que se encuentra a la izquierda de todas estas definiciones.

Analizar las palabras resulta crucial en el arte contemporáneo así como comprender el sentido de las mismas. Aquello que el artista específicamente ha tratado de transmitir al espectador o bien que el crítico ha sido capaz de desentrañar y que el propio artista desconocía. Uno y otro son capaces juntos de construir la obra. 

Los años 60 son ricos en diferentes movimientos artísticos, son una gran aportación para el presente y futuro del arte. Uno de ellos es el conceptual y como decimos este sentido que adquiere gracias a la filosofía analítica. 


miércoles, 16 de junio de 2021

La belleza estética

 A veces alguno de los comentarios que se vierten en el canal de Youtube llegan a sorprenderme. En muchos casos no soy capaz de saber cual es la pretensión de alguno de estas pequeñas opiniones. Dice Ernesto Castro que todo el mundo quiere ser leído, pero que posiblemente lo difícil del acceso a las redes sociales es constatar que nadie te lee. Quizás sea algo aplicable a todos los que utilizamos alguna de las redes sociales de moda (lo digo por lo cambiantes que llegan a ser).

El caso es que en un anuncio sobre un debate para determinar el momento en que se origina el arte contemporáneo, un seguidor (troll) ha comentado "el arte contemporáneo comienza cuando hay belleza estética y no hay nada que comentar".



Lo primero que lleva a pensar es que la persona que lo ha escrito vive en el siglo XVIII o tal vez antes porque en ese siglo tenemos una nueva categoría estética que introduce Kant en el discurso, hablamos de lo sublime.

Claro que cuando hablamos de belleza habría que analizar a qué tipo de belleza nos estamos refiriendo. La primera definición abstracta de belleza fue definida por Gorgias que nos habla de una visión sensual y hedonista. El texto lo encontramos en uno de los primeros diálogos de Platón, cuando dice "la belleza es aquello que produce placer por medio del oído y de la vista". Así que parece que esta visión quizás de la que nos habla el comentario tiene que ver con la experiencia del placer, un placer de lo bello que quizás sea cambiante en cada época histórica, ya que los cánones han ido cambiando y adaptándose a cada momento.

En segundo lugar en el comentario tenemos la palabra estética. Kant decía que la estética se identifica con el arte, pero también con la crítica literaria y artística. Si combinamos los dos aspectos tendríamos un placer por el arte o bien por la crítica de arte, no queda del todo claro. 

Adorno decía que la estética es la que nos habla del planteamiento de verdad de las obras de arte, la estética es la solución al enigma que nos plantea cada obra de arte. Esta postura quizás sea demasiado complicada para nuestro interlocutor porque nos introduce en un discurso conceptual que rechaza el propio comentario, porque la obra "no tiene nada que comentar". Según esta pequeña frase, si tenemos algo que comentar de una obra ya no será bella, ni estética, ni siquiera será contemporánea para esta visión. 

Alexander Baumgarten decía que la estética lo que hace es educar el gusto de juzgar acerca de lo sensible proponiendo su propio juicio. Pero hemos sido capaces de ampliar las categorías estéticas, sobre todo en el siglo XX, que la percepción estética se ha enriquecido, para alejarse de una belleza que actualmente no es objetual, sino relacional. Necesita del espectador para complementar la obra, en una especie de juego que permite múltiples percepciones porque cada espectador es capaz de percibir de una manera distinta.