martes, 20 de mayo de 2014

El arte como excusa para la provocación

Vivimos en una época de demolición [1], del todo vale en el sentido estético y donde todo está permitido y justificado en aras de fines a veces un tanto extraños que nos impiden pensar con claridad. Ejercer la libertad de pensar exige silencio [2] y ese es un elemento más preciado que el oro en nuestra sociedad, tanto que cuando se consigue la nada, el silencio absoluto, emerge el miedo a lo siniestro, no escuchar nada es un símbolo de que algo malo está pasando o está a punto de suceder.
Pensaba últimamente en los recursos utilizados por la artista Miley Cyrus para seguir gozando de una fama obtenida gracias a uno de los principales elementos dedicados al no pesar, la televisión. Su público ha crecido con ella, ha consumido vorazmente sus productos, series, discos, merchandising variado, un consumo voraz y efímero, símbolo de nuestro tiempo. Cyrus fabrica o le fabrican una música desastrosa, que no llenaría ni una línea dentro de una futura historia del pop, pero en el mundo en el que nos movemos necesita destacar de alguna manera. ¿Como hacerlo? Ofreciendo aquello que clama por los más bajos instintos del ser humano masculino, mostrándose desnuda o semidesnuda con un único afán, que la estética del escándalo sea la que sirva para que se hable de su persona. El escándalo ha invadido nuestra sociedad, ha vencido al pensamiento y al razonamiento, los pechos de Miley, su lengua mas larga que la de Gene Simmons, guitarra de la mítica banda de rock Kiss, pueden generar y estirar una noticia mucho mas que cualquier descubrimiento positivo que facilite la comodidad y haga la vida un poco más fácil, no digo que sea necesario, sino simplemente más fácil.
Recurrir a los bajos instintos, al morbo por el simple hecho de serlo, me recuerda a las activistas de Femen que realmente nunca se lo que reclaman, pero las cuales me agrada ver con el pecho desnudo, porque como animal cualquier persona tiene sus instintos y en este caso los míos se inclinan hacia el sexo femenino. Solo me queda la duda de lo que las mujeres piensan sobre la utilización del instinto sexual para realizar no se que reclamaciones, porque hipnotizado por los pechos no me da tiempo a considerarlo.
No es la primera vez que se utiliza el escándalo para generar noticias, tenemos múltiples ejemplos de ello, no tenemos más que preguntar a Madonna o a Lady Gaga (y su estética del reciclaje contemporáneo[3]), pero resulta un tanto extraño que algunos de los artistas que últimamente presentan discos recurran a este tipo de bajezas para promocionarse en vez de utilizar lo que de artístico tiene el producto que deben vender. Aunque puede que el no arte o la carencia de contenido sea lo que les obliga a utilizar su cuerpo, en un ejercicio de libertad obligada y consentida, con el fin de vender más, como si aquellos que adquieran el nuevo cd de Miley Cyrus se hicieran con algo más que 40 minutos de canciones y unas páginas con fotos seguramente provocativas.
Estaba pensando que para presentar sus nuevos trabajos tanto Beyonce como Shakira y Rihanna (por favor estas últimas juntas en la misma cama y una le pone a la otra la mano en el trasero) se han caracterizado por este simulacro [4]en vez de por una realidad que se muestra enfangada por la falta de ideas y de calidad.
Quizás estos ejemplos se pueden aplicar al arte porque vivimos el mismo tiempo y las noticias son las que son, es mejor que te denuncie la Fundación Francisco Franco como le ocurrió al artista Eugenio Merino, por representar al dictador metido en una nevera, que analizar las razones por las cuales ese personaje (representado con un realismo cruel), era sacado y metido en la nevera a conveniencia de los políticos de turno
En toda esta falacia en la que nos movemos, ¿tu con que versión te quedas? ¿Prefieres escuchar o pasar a la acción?
Guy Debord decía que todos los elementos destinados a la distracción del ser humano, todo aquello que consideramos "espectáculo" está desviando nuestra atención para que no se reflexione sobre lo verdaderamente importante, sobre las cuestiones morales y éticas que afectan a cada uno de nosotros.
Mientras sigamos los debates televisivos que ya nos ayudan sobre aquello que debemos opinar, llenos de personajes que saben "de todo", que opinan sobre todo, que son especialistas en todo, que anulan nuestra capacidad de pensar, porque el tiempo corre a su favor. El tiempo que empleamos en ellos no lo dedicamos a cualquier otra labor que tenga que ver con el conocimiento de la estética o los valores importantes de la sociedad contemporánea[5]. Es un Matrix inducido para evitar el silencio[6], para anular el pensamiento, para girar en torno al morbo y a la crítica fundada en un conocimiento mínimo de la circunstancia.
Aprendamos a distinguir aquello que merece la pena, apartemos el "espectáculo" para dar paso al yo crítico, al que busca sus propias ideas y las expresa sin temor porque están basadas en los conocimientos adquiridos.

[1]El propio Theodor Adorno indica que los objetos que forman parte de un museo tienen connotaciones desagradables porque el espectador ya no tiene una relación vital con ellos y por tanto se encuentran en proceso de extinción.
[2]"Tiempo extraño este de una sociedad en la que el silencio se ha asociado a la muerte y donde entrar en un lugar vacío y no escuchar algún ruido hace cuestionarnos donde estamos y que estamos haciendo allí, invadidos por una sensación de desasosiego". Paul Virilio. El procedimiento Silencio. Buenos Aires. Paidos. 2001
[3]"Debemos diferenciar lo que es provocación en si y lo que es arte. En la proliferación de estilos plagiarios no aparece mas que un anhelo patético de notoriedad, una urgencia por conseguir a toda costa la fama, por precaria que sea, asumiendo una ironía que funciona como coartada". Fernando Castro Flórez. La Verdad pública, consideraciones críticas sobre el arte contemporáneo. Documenta Artes/UAM 2009.
[4]Utilizado en el sentido que lo hacía Braudillard, es decir una estrategia adoptada por el orden de producción capitalista para lograr su supervivencia a través del consumo ejemplificado en los objetos/signos que circulan en nuestra sociedad.
[5]"La televisión está embarcada en una consolidación del patetismo, acribillándonos con charlas sin sentido, gran alivio no tener nada que decir, el derecho a no decir nada. No es que exista un bloqueo en la comunicación sino un bloqueo en las declaraciones". Fernando Castro Flórez. Notas sobre el complot desactivado (artístico) contemporáneo. Dardo Magazine nº16 2/3 2001. Pag 25-42
[6]"El silencio, la falta de crítica, se puede convertir en consentidor de aquello que nos tiene silenciados sin opinión, como pueden ser los medios de comunicación. Guardamos silencio por miedo a meter la pata, por miedo a hacer el ridículo". Paul Virilio. El procedimiento Silencio. Opus Cit

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