viernes, 10 de agosto de 2012

Relieves de Santo Domingo de Silos. La duda de Santo Tomas

Relieve de la incredulidad de Santo Tomás. Monasterio de Silos. Burgos

El monasterio de Santo Domingo de Silos nos ofrece la posibilidad de conocer la iglesia y el claustro del sitio. Un claustro que sería el lugar donde el monje paseaba, estudiaba, meditaba, era el lugar donde se celebraban procesiones. En el claustro de Silos trabajan hasta tres maestros, realizando obras desde el año 1088 hasta el siglo XII.
Los relieves se sitúan en las esquinas y podemos datar los mismos por su estilo, el que nos ocupa pertenece a la fase del románico pleno. También encontramos alguno de la fase protogótica.
Los relieves se relacionan con momentos trascendentales de la vida de Cristo, trazados en losas de casi dos metros de altura. Su finalidad sería catequética, intentando emocionar dentro del hieratismo.
Los personajes van ataviados con vetsidos típicos de la Edad Media. 
Las escenas aparecen protegidas por un arco de medio punto y por finas columnas por capíteles.
El relieve que nos ocupa se corona con almenas y torres con escamas, en las enjutas de los arcos aparecen músicos. 




El relieve presenta a los apóstoles sin ninguna idea de profundidad, da impresión de que las figuras se repiten con monotonía, superpuestos para incitar la sensación de lejanía, representandose figuras de cuerpo entero en primer plano y en el segundo panel. El brazos de Cristo es el que marca el movimiento de los apóstoles del segundo y tercer panel, mientras las figuras del primer panel dan la impresión de estra realizando movimientos típicos de la danza. Cristo destaca sobre el resto de las figuras al ser mas grande que el resto, unas figurasque tratan de adaptarse al marcotanto de las columnas como del arco.
El tema, narrado en el evangelio, sucede después de la resurrección de Cristo, cuando este se presenta delante de los apóstoles pero falta Tomás, al regresar el apostol sus compañeros le cuentan que Jesucristo ha estado con ellos, pero Tomás dice que hasta que no lo vea e introduzca sus manos en las heridas de su cuerpo no podrá creerlo. Cuando Jesús regresa de nuevo, lo primero que hace es llamar a Tomás para que introduzca sus manos en las heridas y destacando la improtancia de la fe sobre los hechos.
En la escena vemos como Tomás introduce su dedo en la herida del costado de Jesús. Pero se nota que hay un desprecio hacia Tomás, sus facciones son diferentes al resto, son algo simiescas y en el rótulo aparece como "uno de los doce". La incredulidad frente al hombre de fe, representado por el apostol Pablo, que creyó sin haber visto, es lo que tratan de destacar a los monjes en este relieve.
Un claustro de una belleza singular, pero no solo para ver arte sino para buscar un alojamiento en Santo Domigo de Silos o un hotel buscando la paz y el descanso que proporciona esta bella zona de la provincia de Burgos.


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